Sueño renovado

AutorDiego Martínez

El éxito deportivo de los niños triquis recuerda al NBA mexicano Gustavo Ayón cuando de pequeño soñaba en su natal Zapotán, Nayarit.

"Les puedo decir como consejo que nunca dejen de soñar, que no hay sueño grande, que no hay sueño más grande que tu mente. Que no permitan que nadie los haga cambiar de opinión, lo único que les puede impedir hacer cosas es uno mismo", dijo.

El jugador de los Halcones de Atlanta, de 28 años, se confiesa emocionado con los pequeños basquetbolistas descalzos que saltaron a la fama al ganar en octubre el Cuarto Festival Internacional de Minibasquetbol en Argentina.

Esa victoria le abrió las puertas a los niños de la comunidad indígena de Oaxaca. Días después fueron a un torneo en República Dominicana y luego disputaron una reta con los Spurs de San Antonio en la Ciudad de México. Más tarde, en...

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