Relicario de Historias / Un ángel salvador

AutorAlejandro Rosas

Tenebrosas historias referían que los improvisados soldados -casi niños-eran obligados a formar la vanguardia en el ataque. A los ojos de los viejos generales huertistas la estrategia no podía ser mejor: los revolucionarios gastaban sus primeras y más nutridas descargas de fusilería sobre los inexpertos combatientes y al recargar sus armas, el ejército federal regular entraba en acción pasando sobre los cadáveres de sus compañeros. La leva -terrible método de reclutamiento forzoso- parecía ser efectivo. El alcohólico dictador Victoriano Huerta -chacal de chacales- no quiso apostar su futuro al viejo ejército porfirista -incapaz de frenar la revolución de Madero en 1911-, y decidió engrosar sus filas con sangre nueva. Durante buena parte de 1913 y 1914 la Ciudad de México vivió atemorizada ante las redadas huertistas que sorpresivamente caían sobre los jóvenes para sumarlos a las filas del ejército federal, el cual debía combatir a las tropas de Villa y Obregón en el norte del país. Ante semejante futuro, "leva" era sinónimo de muerte. Miguel Suoto Becerra, estuvo a punto de ver terminados sus días en algún campo de batalla. Nacido en 1900, milagrosamente evadió su futuro en el ejército y salvó la vida gracias a la intervención -quizá divina- de una...

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