Relanzan sello editorial
| Autor | Érika P. Bucio |
La editorial filodecaballos, fundada en 2000 en Guadalajara, se abre a la narrativa y la crónica en su nueva etapa.
Ahora desde la Ciudad de México, el sello comandado por los escritores León Plascencia (Jalisco, 1968) y Jorge Curioca (DF, 1977) conserva, sin embargo, su vocación por la poesía y el ensayo.
Los primeros cuatro títulos de esta nueva etapa: Libretas de Jorge Curioca, Instrucciones para destruir mantarrayas de Luis Eduardo García, El finalista de Eugenio Partida y Blanco sucio de Álvaro Luquín marcan el relanzamiento de la editorial.
Filodecaballos tuvo una intensa actividad en sus primeros cinco años y de manera intermitente en 2007 y 2008, de modo que Plascencia decidió dejarla descansar.
Curioca, de vuelta de España después de una estancia dedicado al cine y el mundo editorial, propuso a Plascencia reactivar el sello. Su amistad data desde sus tiempos de estudiantes de cine en el Centro de Medios Audiovisuales (CAAV) en Guadalajara.
La coyuntura se presentó con el estímulo a la producción de libros del INBA y Conaculta, lanzado el año pasado, concursaron y obtuvieron el apoyo.
Este dinero, cuyo monto no precisaron, les permitirá editar este año 11 títulos de autores mexicanos, que englobaron bajo el título de "Once miradas: literatura para el ahora".
"Pensamos conjuntar tres visiones de escritores muy jóvenes, algunos con su primer libro, escritores de mi generación, con cierto reconocimiento, y escritores descatalogados, que ya no estaban en las librerías, un poco olvidados", describe Plascencia.
Entre esos olvidados figura Pedro F. Miret, escritor de origen español que llegó a México como parte del exilio cuya obra editó el Fondo de Cultura Económica pero ahora es imposible de hallar hasta en las librerías de viejo. Plascencia anticipa que reunirán en un solo volumen su novela Insomnes en Tahití y cuentos.
De los autores de la generación de Plascencia figuran Ernesto Lumbreras y Julián Herbert, y de los más jóvenes, Luis Eduardo García, ganador del Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino.
Anticipan que a los 11 títulos ya comprometidos para este año agregarán cuatro para los que ya buscan financiamiento. Su tirada es que la editorial sea rentable, aunque el acento, atajan, está en el contenido.
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