Reinvente sus tragos
| Autor | Claudia Mendoza |
Las bebidas elaboradas con vino son preparaciones que se mezclan por moda, por tendencia, por el gusto de la gente que busca algo más fresco y amable.
"Sabemos que el vino tiene un marcado sabor ácido o amargo, y hay vinos dulces que pueden usarse, pero la mayoría son secos y amargos, y la gente los mezcla con otras bebidas para hacerlos más agradables al paladar", explica el sommelier Pedro Poncelis.
Inclusive la champaña es susceptible de ser mezclada con licores de Cassis o melón, aunque los expertos en la bebida afirman que con estas preparaciones pierde su efervescencia.
"Cuando algunos vinos no son tan buenos la gente los compone. También es una práctica común para los jóvenes, porque es un inicio suave para que se acostumbren a beber vino.
"Todos los vinos se podrían mezclar, incluso los más sofisticados, pero mi sugerencia es que sean los más suaves, sencillos, no tan complejos, no amaderados, sino frutales como Beaujolais, Valpolicella y Pinot Noir", sugiere el sommelier.
Dentro de las bebidas más conocidas está el kalimotxo que se elabora con vino tinto y refresco de cola, además del tinto de verano y el kir royale, y algunos pueden tener variaciones en las recetas.
Las frutas entran al quite
Las variantes que puede encontrar en la preparación de bebidas con vino, incluso en las más tradicionales, pueden ir desde el uso de frutas a su gusto, como manzana, pera, kiwi, plátanos y frutas tropicales de buena consistencia que pueden sustituir al melocotón, incluso en la tradicional sangría española.
El uso de frutas variadas proviene de las regiones tropicales con influencias españolas, como las Islas Canarias, aunque existen otras en Europa en donde mezclan el vino con diversas bebidas, afirma el chef Alfredo Villanueva.
"En sangrías y clericots existen cantidad de recetas en las que les ponen Ginebra, vodka y otras bebidas, pero Francia tiene lo suyo con el blanc Cassis, que es una preparación de champaña con licor de Cassis", agrega.
Otras bebidas alcohólicas suelen hacerse presentes también, como el Coñac, ron, Ginebra y vodka, siempre servidos con una cantidad suficiente de hielos.
Refrescos como los de naranja, limón, toronja y de cola pueden ir bien con un vino sencillo, pero no deje de tomar precauciones a la hora de mezclarlos porque el toque dulce del refresco puede ocultar desfavorablemente el grado alcohólico del vino y hacer que tome de más.
Si es amante del vino, pero en estos días calurosos no tolera más que una copa de...
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