De reino a Estado; de súbditos a ciudadanos

AutorCésar Morado Macías

¿Se imagina usted leyendo en las páginas de sociales de la prensa regiomontana la crónica de eventos pertenecientes al Marqués de Chipinque, a la Duquesa del Rosario y/o a la Condesa de San Pedro?

Este hecho sería posible -incluso deseable para algunos- si el Estado de Nuevo León que hoy habitamos hubiera continuado siendo parte de la monarquía española, con lo cual hoy fuéramos súbditos del Rey de España, don Juan Carlos, y estaríamos de alguna manera convidados a la próxima boda real en Madrid. Sin embargo, esto no ocurrirá.

El nacimiento de NL

El día de hoy se cumplen 180 años de que el Estado de Nuevo León fue erigido como Estado Libre y Soberano de una República Federal, un 7 de mayo de 1824.

Antes de eso el territorio que hoy poblamos se llamó Nuevo Reino de León y tuvo su origen en la capitulación que le otorgó el Rey Felipe II de España a Luis de Carvajal y de la Cueva el 31 de mayo de 1579, cuando creó el Nuevo Reino de León, constituido de un cuadrado de 200 leguas por lado, jurisdicción que gradualmente le fue cercenada hasta quedar reducida prácticamente a la que hoy conocemos.

El Congreso General Constituyente de 1824, en el que participaron dos distinguidos norestenses: Fray Servando Teresa de Mier y Miguel Ramos Arizpe, expidieron el Decreto No. 45, fechado el 7 de mayo de 1824, cuyo artículo primero dispone:

"Nuevo León será en lo sucesivo un Estado de la Federación Mexicana y para la elección de los diputados de su Congreso se observará la convocatoria del 8 de enero de 1824".

Así, el antiguo Nuevo Reino de León pasó a ser legalmente Estado Libre y Soberano de Nuevo León. Enseguida se constituyó el Primer Congreso Local bajo la presidencia del Dr. José Francisco Arroyo. Fue nombrado Gobernador provisional José Antonio Rodríguez. Se redactó la primera Constitución Política Local que fue sancionada el 5 de marzo de 1825.

La Constitución dividió el poder en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, protegió la religión católica, garantizó la seguridad y la propiedad, abolió la esclavitud, otorgó al ciudadano el derecho a votar en elecciones indirectas y lo invitó a ser virtuoso y a fomentar el amor a la patria.

El primer Gobernador Constitucional de Nuevo León fue José María Parás, quien tomó posesión el 15 de junio de 1825.

De súbditos a ciudadanos

Los vecinos nuevoleoneses pasaron del Antiguo Régimen a la República adquiriendo nuevos derechos y obligaciones; se convirtieron de repente de súbditos de un reino a ciudadanos de una...

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