De regreso al inicio

La tercera entrega de la serie Batman: Arkham regresa como una precuela que se desarrolla varios años antes de los eventos de Arkham Asylum y Arkham City, en donde Batman aún es un veterano luchador contra el crimen y muy lejos de ser el experimentado héroe de los títulos pasados.

Batman: Arkham Origins sigue la misma fórmula de los títulos anteriores, pero es tanto el apego que se siente, que no quisieron arriesgar para no cometer errores.

Ahora el mapa es dos veces más grande que el de Arkham City y se desarrolló una nueva ciudad al sur de Ciudad Gótica, el problema es que se ve más vacío, sin gente, el pretexto es que hay toque de queda y nadie puede salir a las calles.

La historia trata sobre los 50 millones de recompensa que puso Black Mask, uno de los más brutales líderes del crimen, por la cabeza de Batman, y ocho de los asesinos más peligrosos buscarán obtener ese dinero.

Los enfrentamientos en contra de estos asesinos son muy divertidos y competitivos porque poco a poco la dificultad irá aumentando. Destaca la coreografía de movimientos de pelea, es muy fluida, real y sobre todo brillante.

Ahora, gracias al batiavión, las distancias se hacen cortas, siempre y cuando se corrompa el sistema de seguridad del Guasón.

El juego ofrece misiones alternas, entre ellas la de encontrar los paquetes escondidos del Acertijo, desactivar bombas y rescatar policías.

De las nuevas características se encuentra el sistema de investigación criminal, donde brillarán las dotes detectivescas de Batman para reconstruir una escena del crimen.

Sobre los nuevos gadgets se encuentra la "Garra Remota", la cual permite unir dos objetos a distancia...

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