De regreso al edén

AutorFernando del Collado

Villahermosa, Tabasco.- Mientras se cocina a las brasas el pejelagarto, aseguran los tabasqueños, el olor que desprende el pescado "con piel de lagarto" es difícil de describir, pero "irresistible para el paladar". Con el pozol, la bebida típica del lugar, pasa lo mismo: es un compuesto hecho de masa de maíz y cacao que se disuelve con agua o leche, según los gustos. Son el emblema y la comida diaria de los tabasqueños. Tan fieles a esos menjurjes que no hay día ni hora sin degustarlo. La misma Villahermosa huele a pescado, pozol, plátano, tamal de chipilín y a frijol refrito.

Es el edén mexicano que se ha reunido con todo y olores en el Aeropuerto de la ciudad para recibir a Roberto Madrazo, el candidato a presidir los destinos del PRI. Es la mañana del 9 de febrero y la central aérea parece un carnaval. Cerca de 500 tabasqueños aguardan la llegada de su líder. Ahí se les observa, ensayando consignas y peleando el mejor lugar para recibir de cerca, cara a cara, al llamado "hijo del ciclón del sureste". Allí está Hernán Domínguez Juárez, dirigente de la sección 29 del sindicato del magisterio, SNTE, que ha llevado a sus huestes y que les pasa lista visual. Allí, Alfonso Izquierdo, de la Fundación Carlos Alberto Madrazo. Allí, Salvador Sánchez, el coordinador de las giras, que no para en hacer llamadas por el celular y terminar de organizar la bienvenida. Allí también la octogenaria Luz Esperanza Marín Dehesa, que se ha trasladado desde su natal Balancán para recibir a quien dice conocer desde pequeño. La misma que se tutea con los Madrazo desde tiempos postrevolucionarios.

Vaya que da gusto verlos, compartiendo la dichosa alegría de ser priistas y, por supuesto, madracistas. Todos cantando y bailando al compás de los sonidos mayas del grupo Ut'Zey Kun. Ritmo tan singular, como los tonos y los énfasis de los tabasqueños. Algo así como asistir a las conferencias matutinas del jefe del gobierno capitalino y escuchar al unísono "pue sí, aquí en la ciudá de la experanza".

Puntual el "hijo del ciclón del sureste" aparece (10:35 horas) y no hay resguardo para el decoro. La multitud que se abandona y que quiere tocarlo, abrazarlo, acariciarlo. Madrazo que sonríe y que parece degustar del apapacho. "¡Duro Roberto, duro Roberto", le sueltan a rajatabla. "Se ve, se siente, Madrazo está presente", le vociferan con sonoro aliento y a escasos centímetros de la cara del candidato como para que no le queden dudas que ha llegado, literalmente, a su tierra. A su edén.

Es el primer botón de muestra de una gira de trabajo que no midió dispendio ni escatimó en recursos. En los 17 kilómetros que separan al Aeropuerto de la ciudad, fueron formadas en una valla las huestes convocadas por los sectores populares, el magisterio y la Unión de Transportistas de Camiones de Volteo, adscrita al PRI, que enfilaron sus unidades de carga por toda la avenida con el único afán de vitorear al candidato tricolor.

Acto de menor proporción si se compara con la salutación que le hicieran las mujeres priistas en el Centro de Convenciones Tabasco 2000. Mil 200 simpatizantes movilizadas por las estructuras del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, cuya organización se le debió a la dirigente Guadalupe Castro, que también coordina el colegiado de mujeres madracistas. Hasta la Señorita Tabasco, Lisset Villanueva Jiménez, asistió para refrendar su apoyo y no dejar de elogiar a su candidato.

"Aquí estamos para devolverle al Partido a sus legítimos dueños. Aquí estamos, Elba Esther y yo, con nuestro origen y nuestro...

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