Regresan de viaje con ánimos de vencer

CUETZALAN, Puebla.- Son las 20:00 horas del miércoles 24 de abril. En el autobús casi nadie se conoce, excepto por el personal de la Secretaría de Desarrollo Humano y del Trabajo que ha organizado ese viaje a Cuetzalan, Puebla.

Tres decenas de ejidatarios de 10 municipios rurales de Nuevo León emprenden, puntuales, la travesía hasta el poblado de 13 mil habitantes, enclavado en la sierra norte del estado de Puebla para conocer la manera de trabajar de la cooperativa "Tosepan Titataniske".

El nombre, difícil de pronunciar, refleja fielmente la visión de la organización integrada por 5 mil 800 campesinos de 60 comunidades de Puebla. "Unidos venceremos" es la traducción literal del nombre de la cooperativa, tomado de la lengua en la que se comunican sus socios, el náhuatl.

Después de 20 horas de viaje y dos escalas, una para desayunar a las 5 de la mañana del jueves y otra para cargar diesel en la Ciudad de México, el grupo de ejidatarios nuevoleoneses arriba a Cuetzalan, un pueblo de calles estrechas y altas construcciones de piedra.

La gente observa el autobús que no puede estacionarse, mientras a su lado pasan mujeres descalzas cargando a sus hijos en la espalda y hombres con huaraches y pantalón de manta que observan, atentos, las maniobras del camión.

Finalmente, un niño cuetzalteco guía a los viajeros por un acceso menos estrecho pero igual de empinado que el resto de las calles del pueblo, mientras entona el Himno Nacional Mexicano en náhuatl, hasta llegar a los hoteles, que por su escasa capacidad, el grupo requiere ocupar tres.

Los cuerpos se estiran, se desperezan, están ansiosos por comer algo después de 12 horas desde...

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