Regresan del abismo para triunfar

Hay victorias más importantes que el simple hecho de alzar un trofeo, marcar un nombre en la historia de cierto deporte o ganar un jugoso cheque. Y hay atletas que son un ejemplo no sólo por sus hazañas deportivas.

También hay hombres que no se rinden ante las adversidades, las pruebas o las circunstancias que les ha tocado experimentar; por el contrario se aferran a la vida, luchan y resurgen como Aves Fénix.

Algunos deportistas fueron protagonistas de tragedias, accidentes o enfermedades, que afectaron dramáticamente su vida. Para muchos, la mayoría de ellos estaban casi muertos o su retiro del deporte era inminente.

Lance Armstrong

El ciclista Lance Armstrong no sería tricampeón del Tour de Francia si el cáncer no hubiera aparecido en su vida.

"Es gran parte de mi secreto", comentó el estadounidense, quien en 1996 recibió un diagnóstico de cáncer testicular expandido al abdomen y al cerebro y que le concedía 50 por ciento de posibilidades de sobrevivir. "Desde entonces enfrento la vida y el ciclismo desde una perspectiva diferente y con una nueva intensidad que nunca habría tenido sin la enfermedad", agregó.

Y vaya que aprovechó la oportunidad, pues es el campeón de la Tour de Francia en los últimos tres años (1999,2000 y 2001). Armstrong completó la ronda francesa del 2001 con la segunda media de velocidad más alta, 40.070 kilómetros por hora.

El ciclista está consciente de que el cáncer testicular puede reaparecer en su vida.

"No puedo descartar una reincidencia después de cinco, 10, 15 ó 20 años, sigo preocupado y tengo miedo, nunca le daré la espalda a la posibilidad y continuaré sometiéndome a un análisis por año ", confesó.

La determinación de Zanardi

Después de tres meses del trágico accidente de Alex Zanardi en el circuito Alemán de Lausitz, donde le amputaron las dos piernas, el piloto italiano ha manifestado y demostrado su determinación de volver a las pistas.

Sin amarguras y lamentaciones, en cuanto Zanardi recuperó la consciencia, agradeció la oportunidad de vivir. Dos mes después y a pocos...

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