Reginaldo Martín Esquer Félix / El camino del pobre

AutorReginaldo Martín Esquer Félix

Imposible rebatir la frase "primero los pobres", podremos coincidir que la pobreza en México es el mayor reto que tenemos como sociedad y gobierno. Su desatención genera problemas de seguridad y de salud pública y nos exhibe como un país inepto, indolente e incapaz de resolver su más grave dificultad.

De acuerdo con información del Coneval, las personas en situación de pobreza en 2018 eran 51.9 millones, mientras que, en 2020, se incrementó a 55.7 millones, lo que significa 3.8 millones de personas más en esa condición. En el rubro de población en situación de pobreza extrema se registró un aumento de 2.1 millones, por lo que el total subió de 8.7 a 10.8 millones de personas.

Habiendo quedado claro "cuál" es nuestro mayor reto, solo falta acordar "cómo" resolverlo.

El Gobierno Federal propone, dada la urgencia humanitaria, el apoyo social. Nadie podría rebatir la emergencia dado el crecimiento de los indicadores, también podríamos estar de acuerdo que la asistencia social no resuelve el problema, solo lo aplaza.

Además, está el grave cuestionamiento que estos programas de asistencia social tienen, debido a su manipulación y uso electoral. Ser el adalid del combate a la pobreza, posicionarse como el único que se ha preocupado desde luego que es rentable en votaciones. Para que exista y se justifique un partido de los pobres, tiene que haber muchos de ellos.

¿Cuál podría ser un mejor camino para combatir la pobreza?

La solución son un conjunto de medidas estratégicas que requerimos, donde la educación, salud y la alimentación son relevantes, pero si hay algo que ayudaría de forma urgente sería el empleo. Un empleo formal, digno, bien remunerado, con las prestaciones sociales que por ley corresponden.

El sector empresarial ya propuso la mejora del salario mínimo, y aunque duela por el momento complicado, los empresarios tenemos que ayudar a nuestra vapuleada economía por el Covid-19, es lamentable la falta de sensibilidad de nuestro gobierno hacia las empresas, ayudaría una actitud de apoyo, de confianza, evitando la descalificación, el uso de la generalización de los malos ejemplos y señalamientos.

No se confundan, el sector empresarial genera...

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