Regala velada inolvidable

AutorAlejandro Fernández

Crítica Musical

En un verdadero hombre-orquesta se transformó el pianista Yaron Kohlberg en su segunda presentación en Parnassós desde septiembre del año pasado, y después de su revelación ante los regios como ganador en el Concurso Internacional de Piano 2006, auspiciado por dicha sociedad musical.

Invitado por Myrthala Salazar, directora de Parnassós, y la familia Calderón Bremer, Kohlberg suscitó muestras impetuosas de entusiasmo en un público que casi llenó la sala de exposiciones del Centro Cultural Plaza Fátima, en un concierto en el marco del Primer Concurso Nacional de Jóvenes Pianistas Parnassós 2008.

Los bravos y aplausos se repitieron entre los números de un programa demandante y retador que tuvo momentos que fueron de lo sublime a lo hipnótico y rutilante.

Y es que al parecer el temperamento de este joven israelí de sólo 24 años puede conmover hasta a las piedras. Su musicalidad y entrega parecen no tener límites.

Desde su inicio mostró su original personalidad al invitar al público a que apagaran sus celulares fingiendo una llamada antes de comenzar. "Hola, estoy en un concierto, luego te llamo", dijo tomando su teléfono portátil y luego exhortó a los presentes a apagar sus celulares.

Enseguida mostró su faceta seria al abordar con absoluta maestría la "Partita No.1 en si bemol mayor" de J.S. Bach. Fue un momento de absoluto dominio del estilo, de emotividad a flor de piel y de un virtuosismo recargado.

El embeleso continuó con una apasionada versión de 5 preludios del Op. 28 de Chopin, en el que la arrobadora ejecución del No. 15 conocido como la "Gota de Agua", tuvo fulgores interpretativos dignos de un genio.

Pero la velada...

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