Refundar los premios
| Autor | Oscar Cid de León |
Transparentar y jerarquizar el monto económico otorgado, revisar las bases de las convocatorias, eliminar criterios extraculturales y, sobre todo, nombrar jurados que sepan discernir de manera adecuada los galardones serían las claves para evitar escándalos como los suscitados en el 2012 alrededor de los premios literarios.
El año pasado, el Premio FIL de Guadalajara y el Xavier Villaurrutia, de los más importantes de México en el ámbito literario, estuvieron marcados por la polémica al seleccionar a dos escritores acusados de plagio: Alfredo Bryce Echenique y Sealtiel Alatriste; incluso, se habló de una crisis o anarquía alrededor de los reconocimientos y la necesidad de replantear las bases.
Entrevistados por MURAL, intelectuales y escritores ponen en la balanza los premios, pero sobre todo el papel del jurado y el Estado en esta tarea.
"Sí hay una crisis en torno a los premios porque no hay criterios claros y, sobre todo, porque de pronto no parece haber claridad ni siquiera en cuanto al sentido del premio, la ética y el rigor mínimos que deben respetarse", señala la investigadora Lucía Melgar, quien ha sido parte del jurado del Premio FIL.
Debe haber criterios claros para todos los premios oficiales, y los jurados deben renovarse y variarse para evitar la inercia, sentencia.
En cuanto a los montos, asegura que ni el del Premio FIL debería haberse aumentado, ni debió crearse el Premio Fuentes.
Para Labastida, el Premio Villaurrutia y el Alfonso Reyes se habían entregado por más de 50 años sin que hubiera habido nunca un problema, sino hasta ahora.
"¿Por qué? Porque los miembros de la Sociedad Alfonsina han trabajado precisamente con transparencia", agrega.
Stasia de la Garza, coordinadora nacional de Literatura del INBA, explica que, a lo largo de cuatro décadas, la obra y la trayectoria de los autores galardonados con los Premios Bellas Artes de Literatura les han conferido un prestigio que, a su vez, representa un valioso estímulo y un alto reconocimiento para quienes los reciben en cada nueva emisión.
"Evidentemente, esto no los hace inmunes a eventuales circunstancias polémicas; por ello los mecanismos de operación se han ido ajustando para transparentar el proceso de selección y, de esta forma, no sólo conservar, sino acrecentar el mérito de los premios", señala De la Garza.
"Hoy, todos los Premios Bellas Artes cuentan ya con bases que se difunden públicamente".
LA DANZA DEL DINERO
Otro punto importante para la comunidad cultural es...
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