Refugian iglesias a indocumentados

AutorIrene Savio

CORRESPONSAL

ROMA.- El 11 de julio del año pasado, el Papa viajó a la isla siciliana de Lampedusa, en el sur de Italia. Desde allí, denunció la indiferencia del mundo ante la migración de miles de africanos que intentan llegar a Europa.

Ahora ha ordenado abrir las puertas de la Iglesia a esos refugiados.

Y este mandato es ya una realidad en Sicilia, la región italiana más afectada por la emigración en pateras hacia Europa por el Mediterráneo.

Ahí, varias parroquias e institutos católicos han empezado a transformar sus iglesias en comedores y dormitorios para los miles de inmigrantes que llegan a la isla.

Un ejemplo es la parroquia San Juan María Vianney, en Palermo, capital siciliana, donde se han desalojado los objetos litúrgicos y los bancos para las misas y en su lugar se han ubicado 225 colchones para los que están de paso.

Así, al lado del gran crucifijo cerca del altar, duermen familias inmigrantes africanas que no tenían otro sitio a dónde ir al estar colapsados los centros de acogida de la isla.

"Somos una periferia que está acogiendo a otra periferia", explicó uno de los responsables de la iniciativa, el padre Sergio Mattaliano, que también es presidente de Cáritas de Palermo.

"La iglesia de Palermo ofrece lo más bello que tiene para acoger a estos migrantes, que llevan sobre el cuerpo y el alma las señas del miedo, del dolor, del naufragio", añadió, al parafrasear al propio Papa Francisco.

El periódico de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI)...

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