A refrescarse al altar

AutorMURAL / STAFF

Nadando en hielo, acompañada de semillas de chía y de sus respectivas gotas de limón, la tradicional agua "Lágrimas de la Virgen" está lista para los visitantes a los Altares de Dolores que se instalarán este viernes en los barrios de Analco, la Capilla de Jesús, el Centro de Zapopan y museos.

El agua de jamaica no se queda atrás, ya que también es uno de los elementos que forma parte de la tradición, al simbolizar la sangre de Cristo.

De acuerdo con el investigador José Hernández, el agua fresca es una de las costumbres añejas que ha acompañado al Altar de Dolores que se instala el sexto viernes de la Cuaresma, previo a Semana Santa, para representar devoción a la Virgen.

HERENCIA COLONIAL

La tradición en Guadalajara surgió a finales del siglo 17, en la época de la Colonia, como una actividad vecinal, en la que los tapatíos se organizaban para recorrer los altares que se acomodaban en las ventanas o los zaguanes de las casas.

En aquel entonces, las aguas no sólo tenían limón o jamaica. Hernández relata que se solía "torear" con tequila. Además, llevaban mariachi para "aminorar el dolor de la Virgen".

"Las aguas toreadas, la música incluyendo algunos sones y jarabes de moda, eran prohibidos por la Inquisición, como el jarabe gatuno y el pan de manteca", comenta el historiador.

Otro de los aspectos gastronómicos que no puede faltar son las empanadas de masa de trigo, que representan el cuerpo de Cristo, así como la capirotada.

Este año, la colocación de altares se retomó en...

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