De reformas a la Ley de Coordinación Fiscal (para crear un nuevo fondo en el Ramo 33 denominado: Fondo de Apoyos para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas)., de 8 de Noviembre de 2001

DE REFORMAS A LA LEY DE COORDINACION FISCAL, PRESENTADA POR EL DIPUTADO VICTOR EMANUEL DIAZ PALACIOS, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI, EN LA SESION DEL JUEVES 8 DE NOVIEMBRE DE 2001

Con fundamento en los artículos 122, apartado A, fracciones I, IV y V, y 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos así como el 55, fracción II, y demás relativos del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General, Víctor Emanuel Díaz Palacios, a nombre de los diputados federales de la LVIII Legislatura, integrantes del grupo parlamentario del PRI, sometemos a consideración de esta soberanía la iniciativa de decreto que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley de Coordinación Fiscal, al tenor de la siguiente

Exposición de Motivos

Uno de los grandes retos del México contemporáneo sigue siendo consolidar un auténtico federalismo fiscal. A pesar de los esfuerzos de varias generaciones de mexicanos por avanzar en la construcción de un sistema federal de coordinación fiscal equilibrado, aún persisten inercias y lastres producto del peso de la tradición centralista heredada del México colonial y postrevolucionario.

Durante décadas hemos sido testigos de una verdadera lucha entre estados y municipios, y el gobierno federal por una redistribución federalista más justa y equitativa de los recursos fiscales. De hecho, no fue sino hasta los años 80 y 90 que la asignación de estos recursos comenzó a realizarse con base en esquemas técnicos objetivos, sustentados en criterios estratégicos de desarrollo.

Los grandes momentos de esta lucha por un sistema de coordinación fiscal moderno, comienzan, como sabemos, en 1925, con las Convenciones Nacionales Fiscales. Después de más de 100 años de anarquía tributaria, el México postrevolucionario se planteó la necesidad de poner orden y establecer las bases de un sistema coordinado de tributación y distribución de recursos fiscales que sentara las bases del desarrollo nacional. Este proceso, que pasa por la creación de la Ley que Regula el Pago de Participaciones en Ingresos Federales a las Entidades Federativas elaborada en 1948 y por la Ley de Coordinación Fiscal entre la Federación y los Estados de 1953; culmina con el apoyo de las entidades federativas y el gobierno federal a la Ley de Coordinación Fiscal de 1980 que es, con algunas adecuaciones y modificaciones, la que actualmente nos rige.

Sin embargo, a pesar de que esta Ley constituye un gran avance, aún no hemos logrado conformar un sistema de coordinación fiscal plenamente federalista. Esto debido a que todavía buena parte de los ingresos fiscales y del gasto público, siguen estando bajo la responsabilidad exclusiva de la Federación y no de las haciendas estatales y municipales.

Como sabemos, la recaudación federal participable está integrada por dos componentes: los impuestos federales y los derechos sobre la extracción de petróleo. A partir de 1996 se establece que el Fondo General de Participaciones se integraría con el 20 por ciento de la recaudación...

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