Otra reforma inconclusa

AutorRolando Cordera Campos

El nuevo intento de reformar al Estado mexicano al que convocó el Congreso de la Unión el 13 de abril del año pasado, con la promulgación de la Ley para la Reforma del Estado, quedó inconcluso en algunos de sus capítulos fundamentales. Es cierto que se dio un paso importante en materia electoral, en especial en lo referente a los medios electrónicos, que luego fue empañado por el método adoptado por los legisladores para renovar el Consejo General del IFE, pero la sensación que queda en la opinión pública es que la tarea no pudo llegar a resultados satisfactorios.

Hubo sin duda problemas de operación de la comisión encargada de procesar y sintetizar los esfuerzos reformistas (la CENCA), que cayó al final en una suerte de rutina procesalista cuando lo que se requería era centralizar el esfuerzo e iluminar las iniciativas parciales emanadas de los partidos, grupos parlamentarios y las amplias de sesiones de consulta realizadas para cada uno de los grandes temas de la reforma.

Los capítulos de fondo debían haberse discutido con la misma intensidad con que se abordó la reforma electoral, y con el detalle que reclamó la reforma judicial. Pero es menester admitir que tanto el capítulo de régimen de Estado y gobierno como el de garantías sociales para la reforma del Estado, para no hablar del esquivo tema del Federalismo, no fueron puestos a la deliberación parlamentaria y social con la dedicación y amplitud necesarias.

En...

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