La reforma constitucional de 1966 y la Ley Federal de 1968-1970

AutorBolfy Cottom
Páginas217-298
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INTRODUCCIÓN
Como hemos visto, a lo largo de la historia de la legislación en materia
del patrimonio cultural de interés nacional para México, uno de los pro-
blemas que de modo permanente formó parte de las discusiones en el
ámbito de los poderes legislativo y el ejecutivo, fue el de la base consti-
tucional sobre la cual el Congreso de la Unión pretendía legislar. El lector
habrá podido percatarse de que las discusiones más álgidas se dieron en
torno de este problema, que incluso motivó una resolución de la Supre-
ma Corte de Justicia cuando el gobierno federal interpuso una demanda
de controversia constitucional en contra del estado de Oaxaca en 1932.
De hecho las leyes de la primera mitad del siglo XX como se ha
demostrado en el capítulo anterior, tuvieron una base constitucional
implícitamente asumida al no estar establecida de manera expresa, lo
que da mayor importancia a la primera parte de este capítulo, ya que
no habría podido existir la legislación vigente, si no hubiera habido
cambios constitucionales que dejaran establecido con claridad el do-
minio nacional sobre los monumentos motivo de este trabajo.
Sobre estos cambios constitucionales resulta importante analizar
los argumentos que los sustentaron y además saber cuáles fueron
sus consecuencias incluyendo las leyes que derivaron de ahí. En esa
lógica, otro aspecto que constituye el contenido de este capítulo es el
proceso de elaboración de las leyes federales producto ya del cambio
Capítulo IV
La reforma constitucional de 1966
y la Ley Federal de 1968-1970
Bolfy Cottom218
Para entender este proceso de reforma es preciso tener presente
que uno de los impulsores de esta reforma fue Antonio Castro Leal.327
quien había formado parte del equipo del entonces rector de la Univer-
sidad Nacional, José Vasconcelos. Castro Leal era también compañero
y amigo de Alfonso Caso. Ambos prácticamente de manera simultánea
ocupaban cargos de dirección en las instituciones culturales más im-
portantes de entonces.328 Los dos fueron miembros de la Generación
de 1915, grupo conocido como los Siete Sabios.
Su relación personal y su conocimiento de las instituciones se
sumaron a la lucha impulsada en buena medida por el INAH, que en
1960 contaba con la dirección del médico y antropólogo físico Euse-
bio Dávalos.
Cabe señalar que aquellos personajes traían consigo toda la visión
federalista de la educación, de la cual formaron parte en la época de
Vasconcelos, lo que explicaría su interés por buscar la solidez de las
instituciones desde la propia base constitucional. Sumado a esto, el
propio Castro Leal, quien había sido embajador de México ante la
UNESCO, sabía de la importancia que para otros países tenía la preserva-
ción de sus monumentos y de ahí su interés por perfeccionar el marco
jurídico mexicano.
327
Antonio Castro Leal (1896-1981) nació en San Luis Potosí. Licenciado y doctor en derecho
por la UNAM y doctor en filosofía por la Georgetown University de Washington. Fue miembro del
Ateneo de la Juventud en 1909. Formó parte del llamado grupo de los “Siete Sabios” en 1915.
Fue profesor en la Escuela Nacional de Altos Estudios, la Escuela de Jurisprudencia, la Escuela
Nacional Preparatoria y en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Desempeñó los cargos
de rector de la Universidad Nacional de Méxi co del 9 de diciembre de 1928 al 21 de junio de
1929. Durante su rectorado se creó la Sección de Economía de la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales. Director de Bellas Artes en 1934. Embajador ante la UNESCO de 1949 a 1952 y miembro
del Consejo Directivo de la misma organización de 1949 a 1954. Coordinador de Humanidades
en la UNAM de 1952 a 1954. Diputado al Congreso de la Unión de 1958 a 1961. Entre sus obras
publicadas se encuentran: Juan Ruiz de Alarcón, ingenio y sabiduría (1939), Revista de Literatura
Mexicana, 2 vols. (1958-1960), Alejandro de Humboldt y el arte prehispánico (1962), La novela
del México Colonial, antología, 2 vols. (1964), Las tragedias de Shakespeare (1965), El Español,
instrumento de una cultura (1970), y Díaz Mirón, su vida y su obra (1970). http://www.unam.mx/
acercaunam/unam_tiempo/rectores/castro.html (Consulta: agosto, 2007). Castro Leal fue también
parte de la Generación 1915, grupo conocido como “Los Siete Sabios”, de los cuales formaron parte:
Manuel Gómez Morin, Vicente Lombardo Toledano, Alfonso Caso, Antonio Castro Leal, Alberto
Vázquez del Mercado, Téofilo Olea y Leyva y Jesús Moreno Baca.
328
Como señalé arriba, Antonio Castro Leal fue titular de la Dire cción de Bellas Artes en
1934, mientras Alfonso Caso sería el primer director general del Instituto Nacional de Antropo-
logía e Historia, en 1939.
La reforma constitucional de 1966 219
No puede dejar de mencionarse a don Andrés Henestrosa, quien
también desempeñó el cargo de jefe del Departamento de Literatura del
Instituto Nacional de Bellas Artes.329
LA INICIATIVA DE REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1966
En la sesión del 27 de diciembre de 1960 de la Cámara de Diputados,
fue presentado el proyecto de decreto que adicionaba la fracción XXV
del artículo 73 de la Constitución General de la República.
Aquella propuesta partía de la afirmación de que prácticamente
todos los países reconocían la necesidad de proteger sus monumentos,
los cuales formaban parte del patrimonio nacional (de cada Estado)
al considerárseles como elementos gloriosos del camino artístico e
histórico que había seguido cada pueblo en su desarrollo. Decía que
además de su insustituible valor cultural dentro de las tradiciones más
nobles, aquellos monumentos constituían para la nación una fuente
de riqueza porque constantemente atraían a viajeros que venían de
otros países a admirarlos.
Para los promoventes330 de esa iniciativa, aquellas razones eran el
motivo de la necesidad social de la tutela jurídica de los monumentos,
lo que iba más allá de la mera protección patrimonial, ya que debido
a que su objeto era de utilidad pública se convertía en una función
del Estado.
Se afirmaba en aquel documento que, dado que casi en todas partes
se reconocía el interés social de aquellos monumentos, éstos debían
ser defendidos y por tanto el Estado tenía el derecho a la tutela, lo que
329
En 1 924 se inscribió en la Escuela Nacional Preparatoria, en la que se graduó como
bachiller en ciencia s y art es. Estudió en la Escuela Naci onal de Jurisprudencia la carrera de
licenciado en derecho, sin culminarla. Asimismo fue alumno de la Facultad de Filosofía y Letras
de la Universidad Nacional de México. En 1927, siendo alumno de sociología, don Antonio Caso
le influyó para escribir los mitos, leyendas y fábulas que refería oralmente. En 1929 formó parte
en la campaña presidencial de José Vasconcelos, por lo que recorrió una gran parte del país, al
mismo tiempo que leía y escribía cartas a sus amigos, haciéndoles descripciones de pueblos y
crónicas de esa gira electoral.
330
Los diputados que promovieron la Iniciativa de reforma constitucional fueron: Antonio
Castro Leal, Florencio Barrera Fuentes, Fernando Díaz Durán, Andrés Henestrosa, Martha Andra-
de del Rosal, José Pérez Moreno, Jesús Ortega Calderón y Crisanto Cuéllar Abaroa.

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