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REFLEXIONES / Para videntes

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Vincent
AutorMauricio González

Los mexicanos somos hipersensibles al tipo de cambio. Es un resabio de las megadevaluaciones de 1976, 1982, 1987 y 1994, que empobrecieron al País. Económicamente, la ciudadanía está muy desorientada. La volatilidad del precio del petróleo, la revisión a la baja del crecimiento del PIB de 2015 en medio punto porcentual, el recorte al gasto público de 124 mil millones de pesos y para coronar el escenario el tipo de cambio que ha llegado casi a 16 pesos por dólar hacen pensar a muchos que se ha desatado una nueva crisis económica nacional, visión errónea de lo que realmente está sucediendo. El cuestionamiento generalizado es ¿por qué se ha encarecido el dólar?

Para acotar el problema es mejor descartar primero los motivos que no han influido negativamente en la paridad. El primero es el precio bajo del crudo. Si bien se han reducido los ingresos por exportación de hidrocarburos, el menor flujo de divisas que eso ha ocasionado no impacta el mercado cambiario. Ello debido a que los dólares excedentes del petróleo no forman parte de las divisas que se comercian cotidianamente en el mercado y van a parar directamente a las reservas internacionales de Banxico.

Tampoco se ha observado un faltante severo de dólares en el comercio de mercancías y servicios, que en 2014 reportó un déficit cercano a 26 mil millones de dólares. Dicha brecha es relativamente baja en comparación con años previos y se financió de sobra con inversiones provenientes de fuera, tanto en activos fijos como en activos financieros, que significaron un ingreso de capitales externos de más de 52 mil millones de dólares en 2014.

Es claro que no hay ningún problema intrínseco de falta de divisas en el País, y a pesar de ello, el peso mexicano se ha debilitado (devaluado) aproximadamente 18 por ciento contra el dólar en los pasados doce meses.

Si la balanza de mercancías y servicios con el exterior no es mayormente deficitaria, los extranjeros no están retirando sus inversiones financieras y los mexicanos no están sacando el dinero del País, la respuesta de la devaluación del peso no está en México. Y, en efecto, así es. Las razones principales...

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