REFLEXIONES / Paralelismos

AutorMauricio González

Cuando los gobiernos se aferran a sus dogmas, sin escuchar razones, las cosas salen mal. Trump en EUA y AMLO en México son un buen paralelismo de esta situación.

Recientemente el Wall Street Journal publicó una evaluación de las tarifas que el Ejecutivo estadounidense impuso a las importaciones de acero hace un año. El argumento utilizado en ese entonces fue que se requería un impuesto de 25 por ciento al acero proveniente de otros países por cuestiones de "seguridad nacional". ¿Cuáles? Un invento más de Trump.

Los especialistas le advirtieron los múltiples inconvenientes de obstaculizar el comercio internacional de esa forma. No obstante, Trump justificó su obsesión afirmando que dicha medida reduciría el déficit comercial de EUA, crearía más empleo y se exportaría más acero.

Un año después los resultados son los opuestos. El déficit comercial estadounidense de acero creció en vez de disminuir -debido a que las exportaciones se redujeron más que las importaciones por las represalias que eso provocó en otros países (7 vs. 1 por ciento respectivamente)- de hecho, las importaciones de acero provenientes de China quedaron prácticamente inalteradas ya que el nuevo arancel fue redundante frente a otras limitantes a la internación de ese producto.

Por otra parte, la producción de acero estadounidense se elevó, debido a la fuerte actividad del sector manufacturero, aunque no el empleo acerero como Trump prometió. Finalmente se dañaron otras áreas de la economía, como el sector agropecuario, debido a los aranceles que México y Canadá impusieron en consecuencia.

Según el National Bureau of Economic Research, el costo global para la economía de EUA de elevar las tarifas de importación al acero fue de aproximadamente 8 mil millones de dólares. Los únicos beneficiados fueron los productores estadounidenses de acero que ganaron más dinero a costa de encarecer autos, refrigeradores, lavadoras y otros artículos a los compradores de EUA.

México comienza a padecer experiencias similares, producto del dogmatismo gubernamental.

AMLO se empecinó en cancelar el NAIM en octubre pasado, frente a opiniones de técnicos, financieros, empresarios y amplios grupos sociales que le sugirieron no hacerlo. El costo directo para el Gobierno (por supuesto financiado con el...

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