REFLEXIONES / Motores encendidos

AutorMauricio González

En los entretelones del puente vacacional Guadalupe-Reyes se perdió un tema importante acerca del avance productivo del País: la composición de la demanda agregada de bienes y servicios y el crecimiento correspondiente.

Dichas cifras muestran un impulso creciente del PIB, propiciado esencialmente por las exportaciones (lo que ya se sabía desde el primer trimestre del año), el consumo y la inversión privada (las novedades del tercer trimestre). En julio-septiembre del año pasado, el consumo avanzó 2.2 por ciento a tasa anual, cifra que no es digna de un festejo, aunque destaca por ser sustancialmente mayor al 0.5 por ciento de los tres primeros meses del año pasado. Mejor aún es la inversión privada, que en dichos tres meses creció casi 7 por ciento anual, después de haberse encogido 0.8 por ciento en enero-marzo de 2014.

A su vez, dentro del gasto público aumentaron la nómina y lo relacionado con las operaciones cotidianas del Gobierno central, pero disminuyó la obra pública. Un factor canceló al otro de tal manera que la contribución del erario al crecimiento del PIB fue nula el tercer trimestre del año, igual que ocurrió el primero y el segundo trimestres. Ello a pesar de la intención oficial de que el gasto gubernamental constituyera un estímulo para la actividad económica y de la insistencia de algunos secretarios de Estado de que el ejercicio del gasto marcha en tiempo y forma acorde con el mandato presupuestal.

Con esta inyección de recursos de la economía privada, el crecimiento económico de noviembre llegó prácticamente a 3 por ciento anual, lo que constituye la norma de avance del PIB de los pasados 15 años. Dicho de otra forma, la actividad económica marcha ya a su ritmo natural desde septiembre pasado.

La economía nacional ha logrado un impulso que difícilmente se detendrá en este año, a pesar de los múltiples riesgos que imponen un precio de petróleo bajo, un tipo de cambio alto, la amenaza de mayores tasas de interés y una economía internacional cada vez más atribulada. Más aún, la fuerza provendría del mercado interno, que ya marcha con mayor fuerza y podría rebasar 4 por ciento en 2015.

Lo ya logrado hace factible que el PIB aumente más de 3 por ciento este año (los...

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