Reflexiones y Balones / Imprudencia

AutorFélix Fernández Christlieb

Las imprudencias normalmente incomodan y pocas veces tienen consecuencias desastrosas. Personas imprudentes vemos en cualquier lugar e incluso nosotros, quienes criticamos las imprudencias, también a veces las cometemos.

Imprudente es aquel que interrumpe una conversación, como imprudente es quien se atraviesa en nuestro camino sin precaución; pero imprudente también es aquel que conduce un auto en estado de ebriedad y quien dentro de un partido de futbol comete una falta brusca sin medir consecuencias.

Durante la jornada 16 de Primera División, una jugada imprudente, aparentemente más fuerte de lo considerado como "normal", ha tenido consecuencias más graves que la simple tarjeta amarilla mostrada por el árbitro Adolfo Aquino, cuando el sábado 13 de noviembre, Kléber embistió por detrás a Hugo Chávez, durante el partido Puebla - Veracruz. El jugador brasileño nunca imaginó que su colega estaría sufriendo una ruptura del el ligamento cruzado de la rodilla izquierda, lesión considerada como una de las más graves para un futbolista. Seguramente tampoco pensó que la consecuencia de esa jugada, imprudente, sería sumamente cara para él mismo, de acuerdo al artículo 11, fracción III, inciso e), del Reglamento de Sanciones de la Federación Mexicana de Futbol, que dice:

"Los jugadores que incurran en faltas intencionales en las que actúen con alevosía, ventaja o premeditación, causando daño o lesión grave a un contrario, serán sancionados con inhabilitación inmediata y se abrirá una investigación por parte de la Comisión Disciplinaria para certificar clínicamente el grado de la lesión.

El periodo de inhabilitación del jugador causante de una lesión declarada intencional, será el que de común acuerdo convengan los médicos de los Clubes involucrados y los designados por la Comisión Disciplinaria; en el caso de no haber acuerdo, la Comisión designará un perito médico especialista cuyo dictamen será el definitivo...".

Evidentemente la imprudencia es ajena a la intención, pues de otra manera entraría dentro de lo que se conoce en el ámbito futbolístico como "mala leche". Pero para efectos de una sanción de este tipo dentro de una cancha de futbol profesional, resulta lo mismo ser imprudente que ser mal intencionado.

La imprudencia, sin la mala intención, está llena de inconsciencia, de falta de prevención y de accidentes. Aunque pocas veces estos ingredientes tienen...

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