Empresa/ Reflejos tardíos

AutorAlberto Barranco Chavarría

El hecho es que mientras allende el Bravo se armaban los expedientes, aquí se presentaba al Congreso una nueva Ley del Mercado de Valores, a cuya vera se planteaba, entre otras cosas, un esquema punitivo más estricto en la materia, en un horizonte de impunidad casi absoluta.

Para decirlo más gráficamente, en toda la historia de la Comisión Nacional de Valores, luego Comisión Nacional Bancaria y de Valores, se habían impuesto multas a infractores por un global de 2 millones de dólares... es decir, la mitad de las aplicadas por el Gobierno actual en sólo seis meses de vigencia.

El caso es que bajo la nueva ley aprobada en el papel por el Congreso -existen versiones que hablan de un inesperado atorón en la Cámara de Senadores en el último tramo del periodo ordinario de sesiones clausurado el último día de abril-, se instala una Espada de Damocles no sólo sobre quienes cuenten fehacientemente con la ventaja: así los integrantes del Consejo de Administración de una empresa pública, cuanto los ejecutivos de alto nivel, sino sobre los que se presuma

pudieran tenerla... digamos los pariente de éstos hasta en tercer grado.

El ordenamiento, además, plantea penalidades contra la manipulación del mercado, la simulación de operaciones, la difusión de información falsa y las operaciones que impliquen conflicto de interés.

Se diría, pues, que no quedaba rendija para los abusados que se instalan en el lucro a cuenta del engaño.

¿Se acuerda usted cuando se demandó en Estados Unidos a Banpaís por apuntalar una emisión de deuda con información financiera de la intermediaria que estaba muy lejos de la triste realidad?

El problema es que los cuatro casos que analiza en este momento la Comisión Nacional Bancaria y de Valores no pueden ser sujetos del nuevo marco jurídico, dado de que las presuntas faltas se cometieron antes de la aprobación del ordenamiento...

... que por lo demás no tiene vigencia alguna al no haberse publicado aún en el Diario Oficial.

Las versiones, como le comentábamos líneas arriba, hablan de un cuello de botella en el Senado, bajo la exposición de motivos de que "aquí no se legisla al vapor", en alusión a la cascada de último minuto de la Cámara de Diputados, o de que habiendo sido aprobado por éste, el Presidente Vicente Fox no ha tenido espacio para firmar el decreto correspondiente.

Lo cierto es que bajo el laxo marco del ordenamiento vigente la autoridad reguladora está atada de manos para hacer públicos no sólo los nombres de los...

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