Refinanciamiento, prioridad en la administración pasada

Fecha de publicación16 Enero 2019
AutorRodrigo A. Rosales
Refinanciamiento, prioridad en la administración pasada

El refinanciamiento fue el principal destino de los créditos contratados por los gobiernos locales durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, mientras la inversión pública productiva perdió el peso histórico que ostentaba en la dinámica financiera de estados y municipios.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), entre el 2001 y el 2006, en la administración de Vicente Fox Quesada, de los 17,707 millones de pesos de financiamientos y obligaciones inscritos en el Registro Público Único (monto original), 60.5% se destinó a inversión productiva, y con Felipe Calderón Hinojosa, del 2007 al 2012, la participación de este rubro llegó a 74.5 por ciento.

En la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios (LDFEFM), la inversión pública productiva se define como “toda erogación por la cual se genere, directa o indirectamente, un beneficio social.

“Cuya finalidad específica sea: la construcción, mejoramiento, rehabilitación y/o reposición de bienes de dominio público; la adquisición de bienes asociados al equipamiento de dichos bienes de dominio público, comprendidos de manera limitativa en los conceptos de mobiliario y equipo de administración, mobiliario y equipo educacional, equipo médico e instrumental médico y de laboratorio, equipo de defensa y seguridad, y maquinaria (...) o la adquisición de bienes para la prestación de un servicio público específico, comprendidos de manera limitativa en los conceptos de vehículos de transporte público, terrenos y edificios no residenciales”, detalla la LDFEFM.

Es decir, la inversión pública productiva es un detonante en la generación de empleos, lo cual inyecta ingresos al territorio en cuestión (aumentan los niveles de recaudación) y, por lo tanto, incentiva el consumo privado, la variable más importante de la demanda agregada.

En este sentido, en el sexenio anterior el refinanciamiento fue el elemento con más relevancia en las obligaciones financieras locales, al ostentar una contribución de 53.6% del total de deuda adquirida: la inversión pública productiva aportó 27.0 por ciento.

Destaca que en la administración pasada se incluyeron dos destinos de la deuda: el binomio inversión pública productiva/refinanciamiento (sin especificar el peso de cada uno) y cubrir insuficiencias de liquidez de carácter temporal.

A pesar de que el proceso de refinanciamiento no aporta a la actividad económica, los gobiernos locales...

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