Recupere la forma con cocina sana

AutorEva Cristóbal

Reforma/ Enviada

MADRID.- Las comidas familiares, las reuniones de empresa y los excesos propios de las fiestas han dejado en la mayoría unos kilos de más y una sensación de empacho crónico. Para superar estos efectos navideños y el miedo a enfrentarse con la báscula se puede recurrir a formas de alimentación más sanas como la cocina macrobiótica o la vegetariana, que no tienen por qué ser menos sabrosas ni apetecibles que la tradicional.

La macrobiótica es una filosofía vital que abarca más que el aspecto culinario, pero que también se aplica a la alimentación. Así, divide los alimentos en yin, que son los de expansión, y en yan, de contracción. Al primer grupo, pertenecen algunas frutas y hortalizas, como las naranjas o el jitomate; mientras que son yan las frutas del bosque, el melón, el pescado, el marisco y la carne, especialmente la caza.

A través de la combinación de alimentos yin y yan en una correcta proporción se trata de conseguir 'la armonía fisiológica', afirma María Gracia Pelayo, miembro de la asociación Agratori, que posee el restaurante madrileño La Biotika.

Este establecimiento fue uno de los pioneros en España en comida macrobiótica, ya que abrió sus puertas hace 23 años en lo que sus fundadores consideran casi un experimento. Sin embargo, el origen de la macrobiótica se remonta 5 mil años atrás a los monjes taoístas 'que buscaban la inmortalidad y después a los monjes zen de Japón', explica Pelayo, quien tuvo la oportunidad de estudiar con varios discípulos de uno de los máximos exponentes de la macrobiótica: el japonés George Ohsawa.

Además del convencimiento personal, mucha gente sigue la macrobiótica debido a alguna enfermedad y la utiliza como forma de equilibrar su energía. En contraste con la medicina occidental, que es curativa, 'la macrobiótica tienen una finalidad más preventiva o una vez que se encuentra alguien enfermo le ayuda a mejorar su energía vital', especifica María Gracia Pelayo.

Sin embargo, el comer de forma equilibrada no implica renunciar al sabor como destaca Pelayo, 'el gusto no está tanto en los alimentos como en el paladar del que come. El gusto es un sentido muy fino que se puede perder si no se cuida'. En esta línea dietética, se pueden consumir cereales sin desnaturalizar como el arroz integral, que es un alimento muy equilibrado y que contribuye a equilibrar la flora intestinal, según Pelayo.

También son recomendables las legumbres aunque conviene tomarlas en proporción justa y acompañadas...

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