Recuperando el Edén

AutorYolanda Ramírez Míchel

COORDINADORA DEL TALLER AUTORES MÁGICO

-Sí, le pediremos a la Gran Madre que esta Navidad nos traiga verdor, eso es, verdor -dijo la ardilla a sus amigos-, desde hace mucho que por aquí ya no hay verdor.

-Verdor... -dijeron los conejos, cerraron los ojos muy fuertemente y pensaron en praderas VERDES.

-Verdor -dijo la jirafa mirando a sus emplumados amigos y pensó en altos árboles cubiertos de hojas y trinos.

-¡Verdor!- gritó Hipo, aunque él se la pasaba en el agua, de todas maneras el verdor se encontraba en su vida, de todas maneras lo necesitaba.

-¡Verdor! -exclamaron los changos, imaginando troncos engalanados de savia.

-¡Verdor! -roncó el sapo-, que aunque yo ya lo tengo, mucho verdor necesita el mundo...

-Verdor -masculló un poco de mala gana el cocodrilo.

Hasta los salvajes necesitan el verdor. Qué harían los salvajes sin el verdor, morirían...

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