Recupera biografía amor de Vasconcelos
| Autor | Silvia Isabel Gámez |
Elena Arizmendi fue para José Vasconcelos un "amor de plenitud". Formaron una pareja moderna, con gustos afines. Permanecieron juntos de 1911 a 1916, y la ruptura dio origen a un personaje imborrable, la Adriana de Ulises criollo y La tormenta, que el despecho del escritor convirtió en hechicera erótica, "mitad pulpo, mitad serpiente".
De Arizmendi no existe un archivo personal ni un epistolario, dejó rastros escasos pero suficientes para que la historiadora Gabriela Cano escribiera una biografía que recupera su papel como fundadora de la Cruz Blanca Neutral en el gobierno maderista e impulsora del feminismo latinoamericano en la Liga de Mujeres de la Raza.
"Mi proyecto es dar visibilidad a las mujeres como actores históricos", señala la investigadora de El Colegio de México. "Arizmendi me interesa porque no tuvo un destino trágico, pues un lugar común es pensar que las mujeres que lograron ser dueñas de su vida en la primera mitad del siglo 20 tuvieron un final espantoso, como Antonieta Rivas Mercado o Nahui Ollin".
En Se llamaba Elena Arizmendi (Tusquets), Cano registra una biografía que despuntó cuando en mayo de 1911 Arizmendi creó la Cruz Blanca Neutral, un organismo de socorro para los heridos de guerra que logró el apoyo popular y la convirtió en un rostro familiar en la prensa de la época.
Amiga del Presidente Francisco I. Madero y de su esposa Sara, obtuvo el reconocimiento de la institución como sociedad filantrópica nacional, siendo rebautizada como Cruz Blanca Mexicana. Pero un conflicto interno provocó la escisión, y la puso a las puertas de un conflicto judicial. Por consejo de Madero, buscó la asesoría de Vasconcelos, y ahí nació el romance.
El político viajó con Arizmendi de Londres a Nueva York, de San Antonio a Lima, en una relación tolerada por su esposa, Serafina Miranda. Su fe católica y el amor por sus hijos le impidieron divorciarse, pero eso no evitó que viviera largas temporadas con su amante.
Cuando Arizmendi lo abandona en Lima, cansada de una relación en la que gravita su "esposa mártir", Vasconcelos encaja mal el golpe. Sus "celos infernales" la siguen a Nueva York, y en 1918, tras su matrimonio con el peletero Robert Duersch, le envía cartas ofensivas que culminan en una demanda por injurias.
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Nacida en la Ciudad de México en 1884, Arizmendi era nieta del general Ignacio Mejía, Secretario de Guerra en los gobiernos de Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada. Tras la muerte de su madre en 1898, quedó a...
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