Recuerdan a Chema
| Autor | Oscar Cid de León |
A tres meses de su muerte, José María Pérez Gay volvía a estar entre sus amigos.
El germanófilo y hombre de izquierda, narrador y ensayista, traductor, académico, diplomático y periodista, fue recordado ayer en sus diversas facetas durante un homenaje en la Sala
Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes en el que participaron Rolando Cordera, Hugo Gutiérrez Vega, Luis Miguel Aguilar, Juan Ramón de la Fuente y Raquel Serur.
Estaban también ahí, aunque del lado del público, su viuda, Lilia Rossbach, y sus dos hijos.
De la Fuente destacaría su labor como difusor de la literatura alemana en México como traductor de los autores más importantes del País en el que viviría por más de 15 años.
"Trajo generosamente a México a los autores alemanes no sólo más representativos, sino a aquéllos de cuya obra no se conocía prácticamente nada", apuntó.
Recordó que, producto de su pasión por Alemania, una patria elegida que no se guardó para sí mismo y que, por el contrario, se encargaría de difundir en el horizonte nacional, son sus libros La Profecía de la Memoria y, sobre todo, El Imperio Perdido, que ha tenido ya gran influencia en generaciones.
Fue un mexicano germánico, señaló por su parte Cordera: "Él y Bolívar Echeverría, otro de nuestros beneméritos de la Orden Latinoamericana de los Caballeros Teutones, nos tendieron puentes generosos entre las dos culturas".
El humanista y hombre de izquierda también destacó en el homenaje.
Chema, porque Chema le llamaron todos durante el acto, fue un ideólogo para Andrés Manuel López Obrador, a quien acompañó en sus dos campañas presidenciales, la última ya en silla de ruedas.
Antes que votar por él mismo, López Obrador votó por Pérez Gay al poner su nombre en la boleta.
Su pensamiento fue el de un idealista que pugnaba por la libertad del hombre a través de la razón, advirtió Gutiérrez Vega.
"Los últimos años de su vida reafirmó día a día su convicción y defendió su idea en la que se planteaba tres conceptos fundamentales: democracia, justicia y lucha pacífica para lograr el cambio a fondo que nuestro País necesita".
Se enfatizó también en el tono de su obra, autor de "un inagotable abanico de ensueños, reflexiones y pesadillas", según Cordera.
Entre sus libros destacaron títulos de ensayo como La supremacía de los abismos y su obra más conocida, El Imperio Perdido o Las claves del Siglo, así como las novelas La Difícil Costumbre de Estar Lejos y Tu Nombre en el Silencio.
Tú Nombre en el Silencio, a decir de...
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