Recuerdan la bondad del capo

METRO / STAFF

PACHUCA.- EN LA Colonia El Tezontle, la gente llora a quien fuera su benefactor y el principal patrocinador de las fiestas de la Candelaria, que eran amenizadas por grupos de talla internacional como la Banda Jerez o los Cardenales de Nuevo León.

Sabían quién era y qué hacía El Lazca, pero lo protegían por su generosidad. Sobre Heriberto Lazcano, hay decenas de historias, la mayoría buenas.

Desde que se supo de su muerte, la gente de esa comunidad ubicada al sur de la capital hidalguense prácticamente se encerró pues temía lo peor. Había miedo a las reacciones e incluso algunos huyeron.

A algunas amas de casa se les notaba la tristeza, intercambiaban palabras y seguían su camino.

Ellas como los hombres o 'halcones', que se apostaron en cada esquina, observaban cada movimiento de los extraños e incluso hacían señas a otros, para no perder...

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