Recrimina la gente a Onésimo Cepeda

El día clave llegó al Autódromo Hermanos Rodríguez, los aplausos se los llevaron Adrián, Luis, Michel y Mario, las cartas fuertes del pueblo. El que sufrió el repudio casi general fue el Obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, abucheado y chiflado con el perdón de Dios.

Cuando Cepeda bendecía la carrera y su nombre se escuchó por los altavoces los gritos de desaprobación surgieron de las gargantas.

"Ratero, ratero", "Estás en todos lados de metiche menos con Dios", "Hereje, visita a los pobres", fueron los consejos más sutiles, diferentes a los dedicados a Santiago Creel Miranda, el Secretario de Gobernación, quien sí se llevó su rechifla pero no se comparó a la del polémico obispo.

Incluso antes del banderazo inicial una joven vestida con traje típico mexicano ubicada a lado de uno de los autos competidores se desmayó provocando la movilización de socorristas.

"Para que veas Santiago que el pueblo se cae de hambre", le recordaron al Secretario de Gobernación.

Todos tenían la mirada atenta a la pista, menos una mujer embarazada que se dedicó a hablar por teléfono.

"Como está el niño, ¿No se ha dormido? Mamá pues dale la leche. Dale de comer la sopa que está en el traste verde. Nomás que termine nos...

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