Recorren a Cortázar de la A a la Z

AutorCarlos Rubio-Rosell

Corresponsal

MADRID.- Desde hace varios años, la Internacional Cronopia, organismo mundial con ánimo de fiesta y libros inteligentes, reclamaba con insistencia una nueva e inédita aproximación a su figura tutelar: el escritor argentino Julio Cortázar.

Aprovechando que este año se celebra el centenario de su nacimiento (el 26 de agosto) y su 30 aniversario luctuoso (el próximo miércoles 12 de febrero), Aurora Bernárdez, quien además de haber sido la primera esposa del escritor fue nombrada por él su albacea y heredera universal, y el filólogo español Carles Álvarez Garriga, uno de los mayores conocedores de la obra cortazariana, decidieron realizar un libro-almanaque de estilo cortazariano, afín a su espíritu anticonvencional y antisolemne.

El resultado es el libro Cortázar de la A a la Z (Alfaguara), un diccionario biográfico ilustrado, una fotobiografía autocomentada con retratos de todas las épocas y las primeras ediciones de todos sus libros.

Es una antología de textos acompañada de objetos y cuadros que fueron suyos, con reproducciones de manuscritos y mecanoescritos originales y algunos inéditos, que acaba de publicarse en todo el ámbito de la lengua española y que en México comienza a circular el viernes.

"La idea nació hace 25 años, cuando leí un diccionario de Borges que intentaba esquematizar un poco al personaje de la A a la Z, haciendo un alfabeto, y a mí se me ocurrió entonces hacer lo mismo con Cortázar, pero además combinando imágenes", dice en entrevista Álvarez Garriga (1968).

Mas, lo que no podía prever entonces es que la iconografía del autor de Rayuela resultaría tan abundante, como pudo comprobar al empezar el proyecto.

"Recurrimos sobre todo a tres fuentes fundamentales: las fotografías que están en el Centro Gallego del Arte de la Imagen de La Coruña, donde se conserva un archivo fotográfico familiar con mil 563 fotos que Aurora Bernárdez donó hace 10 años; la Biblioteca de la Fundación Juan March de Madrid, a la cual Bernárdez dio los casi 4 mil libros que conservaba ella de la biblioteca personal de Cortázar; y el fondo documental que yo conservo gracias a la generosidad de Aurora, quien me regaló varias primeras ediciones de Cortázar, incluida la de Presencia, el primer libro que firma Cortázar con el seudónimo de Julio Denis en 1938, dedicado a su abuela", precisa.

El proceso, reconoce el editor, ha sido muy difícil.

"En principio tomamos palabras como 'Abuela', de quien teníamos una foto, y buscamos un texto en el...

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