Recobra Argentina institucionalidad

AutorCarlos Arias

REFORMA / Argentina

BUENOS AIRES.- Ante la presencia de una docena de Mandatarios de América Latina y en el recinto del Congreso argentino, Néstor Kirchner pronunciará hoy a las 15:00 horas locales (13:00 de México) el "Sí juro" que lo convertirá en el nuevo Presidente de Argentina.

Con esas palabras llegarán a su fin los 17 meses de inestabilidad política que siguieron a la renuncia a la Presidencia de Fernando de la Rúa el 20 de diciembre de 2001, en medio de la peor crisis institucional, económica y política que haya sufrido este país en toda su historia.

Pero también iniciará la cuenta regresiva para que el nuevo Mandatario empiece a realizar sus promesas de poner también fin a toda una era de la política argentina, aquella representada por el Gobierno de Carlos Saúl Menem entre 1989 y 1999, frente a la cual el radical De la Rúa ofreció una continuidad.

Una década que el propio Kirchner ha definido como la del "neoliberalismo" y de los "grupos económicos privilegiados", de la corrupción y de los "intereses corporativos" que crecieron al amparo del mismo Partido Justicialista al que él pertenece.

De entrada, la tarea parece gigantesca para un Presidente que asumirá con sólo el 22 por ciento de los votos obtenidos en las urnas, y que se convirtió ganador cuando el ex Presidente Menem se retiró de la contienda por la segunda vuelta electoral el pasado 14 de mayo.

La carrera por la Presidencia de Kirchner empezó cuando era apenas conocido como el Gobernador de la lejana provincia de Santa Cruz, en la Patagonia argentina, y se había forjado de la reputación de ser un firme anti menemista dentro del partido gobernante.

De tener sólo un 8 por ciento de la intención de voto, Kirchner empezó a subir en las encuestas en enero de este año, luego de que el Presidente Eduardo Duhalde lo ungió como el candidato del oficialismo.

La jugada maestra de Duhalde para permitir que Kirchner llegara a la Presidencia fue suspender de las elecciones internas del Partido Justicialista, en las cuales Menem aparecía como el principal candidato, y conseguir que la justicia electoral avalara la presentación simultánea a las elecciones presidenciales de varios candidatos del mismo partido.

Con ello, Kirchner pudo aparecer ante el electorado como ajeno a las disputas internas del desprestigiado partido gobernante, y como la alternativa para sumar votos de los sectores ajenos al justicialismo.

A partir de entonces, Kirchner fue creciendo en el electorado como la mejor...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR