Reclaman ejidatarios

AutorHugo Corzo, Verónica Jiménez,

Mientras que Hidalgo y Guanajuato elevan la disputa por la refinería, luego de que Pemex anunció que edificará en la primera entidad que entregue los terrenos, los campesinos pagan la factura. Los de Atitalaquia cuestionan la premura y la falta de acuerdos, y los de El Llano recriminan que los hayan descartado

Acusan presión para vender

Hugo Corzo y Verónica Jiménez Enviado y Corresponsal

PACHUCA.- No sólo los sacaron de sus casas sin previo aviso y de madrugada, para acarrearlos a que hicieran el trámite de dominio pleno de sus ejidos, sino que algunos tuvieron que pasar la noche en la calle, a fin de que el Gobierno de Hidalgo acomplete los trámites para obtener la sede de la Refinería Bicentenario.

Varios labriegos septuagenarios durmieron la noche del jueves afuera de las oficinas de la sede estatal del Registro Agrario Nacional (RAN).

Ayer, cansados de la espera, y de los largos trámites, aseguraron que no tienen claridad sobre el proceso, ni sobre cuánto se les pagará por sus tierras.

Algunos dijeron que aceptan vender, sólo por temor a que les expropien.

Eutaquio Luna Reyes, Odilón Jiménez Sánchez y Mateo Hernández, campesinos mayores de 70 años, traían puesta sólo la ropa con la que los sacaron de los ejidos Atitalaquia, Tula y Doxhey.

Les dijeron que debían sacar a la brevedad sus títulos de propiedad, para no perder la oportunidad de vender.

Mateo, campesino de toda la vida, asegura haber sido engañado en los términos de la negociación, persuadido para vender sus tierras, y hasta atemorizado con el argumento de la expropiación o el aislamiento de su parcela, en medio de la nueva refinería.

"Al año salen de mi hectárea más de mil pacas (de alfalfa); cada mes deja como mil 500 pesos. (Vendo) para no quedarme en el medio, pues ¿cómo los demás venden y me quedo en el medio?, ¿me van a respetar?, no me van a respetar.

"No puedo seguir con mi tierra, no me dejan. Me quedo en medio, y cómo, me afectan, por eso le digo a usted, mejor ya. ¿Quién se pone con el Gobierno? Sí, señor", detalló el ejidatario dueño de una hectárea en Atitalaquia, y quien vive en la comunidad de Dendhó. Mateo sumaba ya 36 horas fuera de su casa. Pasó la noche en el piso y hasta ayer sólo había comido café y pan.

Ante la tardanza de los trámites, los Comisariados Ejidales de los núcleos agrarios involucrados -Atitalaquia, Tlaxcoapan, Doxhey y Tula-, convencieron el jueves a la gente de que no se regresara a sus casas, e incluso pasara ahí la noche, hasta no tener...

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