Rechazan editores Ley de Bibliotecas

AutorFrancisco Morales V.

La nueva Ley General de Bibliotecas, entrada en vigor a principios de junio pasado, implementa, según editores, medidas excesivamente punitivas e impone requisitos administrativamente inviables para los sellos del País, particularmente para los independientes.

Fraguada en el seno de la Dirección General de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura (SC), durante la polémica gestión de Marx Arriaga, esta ley ya ha sido objeto de cerca de un centenar de amparos para impugnar diversos artículos de la misma.

Consultados, agentes de la cadena del libro y expertos en legislación cultural alertan, en especial, sobre un aspecto de la ley: la creación de un Depósito Legal de Publicaciones que podría vulnerar los derechos de autor.

De acuerdo con el Capítulo 10, cada empresa creativa que produzca libros, publicaciones periódicas, fonogramas o películas, entre otros, deberá entregar tres ejemplares de una nueva obra a cada una de las instituciones depositarias: las biblioteca de México, la del Congreso de la Unión y la Nacional de México.

Apenas en un párrafo, y sin consultar a los afectados, la ley demanda que los sellos entreguen también una copia digital de sus obras, sin mención alguna de los mecanismos que habrán de ponerse en marcha para su resguardo ni la garantía de la protección de sus derechos de autor.

"Hoy en día, en lo digital, si entregas un epub (archivo con formato de ebook), entregas una copia maestra, y la pueden fácilmente piratear", denuncia Pablo Moya, titular de la Alianza de Editoriales Mexicanas Independientes (AEMI). "Supongamos que tienes una ventanilla, entregas un CD o un USB con tu libro. ¿Por cuántas manos puede pasar ese USB?".

Todavía sin un reglamento, la ley no especifica cuál será el destino de ese archivo, si será meramente para tener la memoria de su publicación o si los usuarios podrán disponer de él de algún modo y bajo qué reglas.

Según los editores consultados por REFORMA, el depósito legal es una buena idea que no ha sido llevada a buen término con la ley.

"Desde luego, qué maravilla que exista un depósito legal de libros, estamos completamente a favor de eso; no hay ninguna animadversión u oposición a lo que esto representa. Lo que sí está fuera de todos lugar es cómo pretenden llevar esto a cabo, y que se entregue el material sin que exista resguardo del mismo", critica, por su parte, Déborah Holtz, fundadora de la editorial Trilce.

Como cabeza del gremio, la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR