Rechaza 'traicionar' sus ideas

AutorAngélica de León y Alberto Castillo

A Ismael Serrano, cantautor español del estilo de Serrat o Silvio Rodríguez, no le preocupa vender discos, en dado caso, dijo, le importa más no ceder a determinadas imposiciones de marketing.

"Lo que me preocupa es que otros quieran que yo sea el 'número uno', y que por eso me exijan unas concesiones que no estoy dispuesto a hacer como cambiar mi música, mi discurso, lo que pienso.

"Uno lo único que espera es tener un medio de difusión, nada más", recalcó Ismael, quien está en México promocionando La Traición de Wendy, su cuarto disco en España, y el segundo editado en México.

"Ante tanta música sofisticada siempre habrá un tipo que agarre una guitarra y haga una crónica porque forma parte del ser humano, de una tradición cultural, de una necesidad íntima de entender la música", dice el cantautor al referirse a su música.

El artista de 28 años, quien se inició en un circuito de cafés en Madrid, en 1995, donde cantaba sus propias melodías o las de sus referentes inmediatos como Sabina, afirma que tiene muy claro su compromiso.

"La canción del cantautor lleva un compromiso social, con la utopía, con la realidad, muchas veces ese compromiso supone ser un altavoz de las voces que no tienen la oportunidad de acceder a los micrófonos de la prensa.

"Es deber de un cantautor emocionarse con las luchas, tragedias, alegrías ajenas, pero no se trata de rentabilizar un compromiso, ni convertirse en un profesional de la solidaridad, sino creer en lo que se hace y creer que este mundo se puede transformar", aseveró.

Su canto, indicó, es denuncia social, pero también gusta de cantarle al amor, al desamor y de interpretar sus propias historias amorosas, para sentirse menos solo.

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