Rebanadas / Volver a un clásico

AutorCony Delantal

De entre las costumbres mexicanas, mi favorita es Día de Muertos, fecha en que honramos a quienes ya no están entre nosotros. En mi casa no falta, año con año, el altar.

Para comprar calaveritas de azúcar, papel picado, flores y cirios, fui al Mercado de Jamaica. Pondré, además, unos enormes y coloridos esqueletos de papel maché, que compré en San Ángel el fin pasado. Al terminar, mi marido me invitó a comer.

Quisimos ir a la segura, así que nos dirigimos a La Taberna del León, en Plaza Loreto (Altamirano 46). Ya sea en su cálido comedor o en la espléndida terraza, inspirada en un invernadero, siempre comemos a cuerpo de rey en este sitio donde la cocina mexicana de Ignacio Reynaldo coquetea con la francesa de Corentin Bertrand.

Sentados bajo los tenues rayos de sol, ordenamos panuchos de foie gras ($180). Este platillo de temporada se prepara en tortilla de maíz delgadita, lleva salsa de chile morita y cítricos, trocitos de piña y un toque de cilantro y cebolla. ¡Una delicia absoluta!

Mi marido ordenó la sopa de frijol ($190) y una cerveza ($60); yo no me quedé con las ganas de una tostada de jaiba ($155). Pedí también media botella de Luis Cañas ($590).

Se la pasa uno tan bien en este colorido rincón de amplios cristales, que de inmediato se comprende por qué llegan tantas familias y parejas dispuestas a disfrutar extraordinaria comida y larga sobremesa.

Para su sopa, con frijol negro, hoja de aguacate y nopalitos, mi marido eligió, de entre las variedades de pan, baguette crujiente. Buenísima dupla.

Aunque las conozco muy bien, sus tostadas son siempre una agradable sorpresa, no les faltan generosas rebanadas de aguacate y cebolla morada.

Como fuerte, sucumbí a las almejas chione ($380) al vino blanco; apenas verlas en el menú de fin de semana, se me antojaron muchísimo. Mi querido es siempre fiel a la espaldilla de cerdo confitada ($380).

La música iba de Frank Sinatra a Amy Winehouse cuando nos sirvieron una copa más. Con zanahoria, champiñones y jugo de cebolla se redondea esa espaldilla de cerdo de una terneza extraordinaria. Es un plato que deja feliz al conocedor de la buena comida.

Mi elección también fue acertada. De aparente sencillez e increíble sabor, el platillo fue todo un poema. Las almejas al vino blanco llevan un toque de perejil y se acompañan con tentadoras papas a la francesa. Lucían tan bien, que mi marido no aguantó las ganas de probar y quedó encantado.

Nos negábamos a abandonar la apacible terraza, así que nos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR