Rebanadas / Viaje al Mediterráneo
Autor | Cony Delantal |
Su acogedor ambiente y una exquisita cocina mediterránea hicieron que sucumbiera a los encantos de Olenna, un restaurante que se encuentra en Artz Pedregal y que visité hace ya casi un año.
Increíble que tuvieran que pasar meses (a veces me han parecido años), para volver a esos lugares donde nos sentimos dichosos.
En esta visita la experiencia fue distinta, quizá porque aún no nos acostumbramos a esta nueva normalidad que nos obliga a no bajar la guardia y cuidarnos lo más posible para que el horrible virus no llegue a nosotros.
Como era de esperarse, la lujosa plaza lucía casi vacía y no nos entretuvimos en ninguna tienda; nos dirigimos directamente al espacio gastronómico que también tenía una ocupación mínima.
Con un delicioso montado de jamón serrano ($175), mi querido y yo empezamos este reencuentro culinario. A nuestra mesa llegaron rápidamente dos piezas de crujiente pan y, sobre ellas, finas láminas de un jamón sedoso que se deshacía en la boca.
Mientras disfrutábamos esta entrada sencilla y deliciosa, el mesero nos recordó que, con el propósito de consentir a sus clientes, los destilados estaban en promoción.
Aunque la oferta era tentadora, decidimos tomar una copa de tinto ($185). La carta sigue siendo como la recordaba: breve pero con platillos que despiertan el apetito.
Quisimos compartir dos platos para poder llegar al postre, que aquí garantiza un cierre espectacular. Seleccionamos el rotini ($285), una pasta en espiral, delgada, que llega a la mesa con albóndigas, sofrito y queso de cabra.
Esta pasta, cuyo sabor se exalta gracias al toque de albahaca y queso de cabra, fue la acompañante perfecta de un suculento pollo rostizado ($375), que se sirve con crema ácida, queso ricota, espinaca y jitomates cherry.
El pollo, de muy buen tamaño para disfrutarse entre dos, estaba riquísimo gracias a esa suculenta mezcla de crema, queso y verduras.
Nuevamente un platillo que parecía de lo más sencillo nos encantó por su sabor y consistencia. El ave era suave y jugosa; no podía saber mejor que con la preparación que corrió a cargo del chef Maycoll Calderón.
Un irresistible volcán de chocolate ($185) con crujiente de cacao y helado de stracciatella nos regaló el cierre perfecto. La combinación entre este famoso helado, que se prepara con leche y virutas de chocolate, y la textura del cacao conforman un postre que vale...
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