Rebanadas / Una vaca que muge bien
| Autor | Cony De Lantal |
Ya les había dicho la semana pasada que la Vaca Argentina abrió sus puertas hace poco.
Bueno, les comento que ya fui a comer con mis hermanos que vinieron de visita y nos fue muy bien.
El lugar está impecable y como les platiqué, tiene el sello Delgadillo, que es garantía de un buen restaurante.
Remodelaron perfectamente el ya muy feo Tirol y hoy es otra cosa. Paredes de piedra con pisos de madera, una enorme cava que hace las veces de recibidor, con temperatura controlada y al fondo una parrilla argentina con todo lo que ello implica.
El ambiente es muy agradable y no sé si fue por el puentazo, pero sólo algunas mesas en el lugar, lo hicieron más íntimo.
Nuestra charla transcurrió como debe ser un encuentro con los hermanos, disfrutando de una buena comida, buen vino y buen ambiente.
En cuanto ocupas tu mesa te ofrecen las bebidas y como ha estado haciendo calorcito, los señores pidieron una cervecita para empezar y nosotras una naranjada.
Luego llegó el pan recién horneado en sus propios hornos, y lo que llamó la atención de todos es que era tipo rústico, lo cual lo hace distinto a los demás restaurantes que tienen sus propios hornos. Ésta era una hogaza de buen tamaño, con hierbas finas encima y con un toque integral, característica que agradecimos las mujeres.
Tenían también, además de las salsas, unas aceitunas curtidas buenísimas a tal grado, que repetimos en tres ocasiones para acompañar con el panecito.
Por ahí andaba Gerardo Delgadillo y como siempre, se acercó a cada mesa a saber cómo nos estaban atendiendo, claro que los de junto le preguntaron si sus hermanos estaban en el Sacromonte, a lo que contestó: 'No éste es de mis hermanos, yo ya me voy para allá, pero quería ver si estaban bien atendidos'. Eso es lo que yo llamo saber hacer negocios en familia.
En fin, llegado el momento pedimos nuestros cortes: Un bife de lomo para mi hermana, un bife de chorizo para mi cuñado, un asado de tira para mi marido y un centro de filete para mí. Bueno, no pedimos el rastro completo nomás porque no teníamos tiempo, pero la cantidad de carne fue de consideración.
Para acompañar los cortes decidimos pedir un tinto Paternina Banda Azul que tanto les gusta a mi marido y su hermano, como le dice a mi cuñado.
Debo platicarles que la cava es muy extensa y sí tienen de dónde escoger. Desde los mexicanos, hasta los franceses, la carta es muy amplia, además que los vinos llegan en su temperatura ideal.
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