Rebanadas / Nueve Fuegos, de 10
| Autor | Cony DeLantal |
Esta semana me tocaban fresas en la dieta, así que me fui a probar dos restaurantes muy fresas: el nuevo Nueve Fuegos Gaucho Grill, que ya redondeándole fácil le doy el 10 (en la Plaza Trébol frente a Metropolitan Center y en contraesquina del Fashion Drive), y el exclusivo Zoi, que está ahí pegado, en el piso 18 de ese hotel muy nice que se llama Live Aqua. Y a ése le pongo un 8, más que nada porque tiene una vista excepcional.
Al Nueve Fuegos fui dos veces y en las dos me fue de maravilla. Primero al martesito de relax con mis comadres. Y déjame decirte que a todas nos cautivó su cocina, su caché y lo mucho que nos mimaron ahí dentro, tal y como nos lo merecemos las niñas bonitas. Y luego regresé de chamba para culminar esta reseña, en compañía del auditor que tengo asignado de por vida, que en sus ratos libres también es mi marido.
Y ya sabes que me encanta buscarle los prietitos al arroz, pero estoy asustada porque tampoco la segunda vez encontré motivos para quejarme, al menos no del restaurante.
Lo que me dejó con el ojo tirante y flojo es que este Nueve Fuegos no pertenece a ningún experimentado grupo restaurantero de la localidad ni es parte de alguna franquicia globalizada con manuales o instrucciones para el éxito.
Todo lo contrario, es su primera vez (uy, hasta sonó romántico), y es el despertar gastronómico de un simple comensal y fan de hueso colorado de El Gaucho -y por eso lo de "Gaucho Grill"- que se encaprichó en recrear él mismo su restaurante favorito, pero no burdamente con el típico "copy paste", sino un verdadero "copy best".
Se armó (por no decir se pirateó, como es común en este medio) un nutrido equipo de meseros y capitanes muy colmilludos, que se las saben de todas todas. No se equivocan y no empalagan (típico de los primerizos). Vaya, no los notas.
Y mi marido hace una analogía con los árbitros en el futbol, ya ves que dos tercios de su cerebro los tiene enteramente dedicados a pensar en futbol: "si no se hacen notar es que fue magnífico su trabajo". Me queda claro, amorcito, los protagonistas de la cena debemos ser tú y yo, o tú contra mí, por decirlo en tu idioma.
Fíjate que su cocina también me hizo feliz. Los cortes -y vaya que probé de todo- les quedan sensacionales. Del precio luego hablamos, pero la carne está muuuy buena.
Y déjame platicarte del salmón en costra de frutos secos, que ya traducido quiere decir que lleva nueces arriba, pero, claro, hay que ponerle un nombre muy sacalepunta para que no te...
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