Rebanadas / Juntada sagrada
| Autor | Cony DeLantal |
Después de varios días de estar atorándole a los tamales en el nombre del cielo (más los kilos que faltan por suceder), se empieza a poner en duda el brunch semanal con las comadres.
¿Nos juntamos?, pregunta alguien en el chat. Ya no le cabe más dulce a la piñata, contesta inmediatamente la Grinch. Luego se desata una ristra de emoticones encontrados. Es una especie de referéndum facial. Caritas de todo tipo, unas por el sí, otras por el no. Nunca falta la desubicada que se arranca mandando animalitos como si fuera la rebelión de la granja de AMLO: puercos y cochinos, cerdos y marranos, fulanos y menganos...
Finalmente pone orden la más ecuánime, que soy yo. No se estresen, veámonos en un lugar libre de pecado y tentaciones... ¿En la Basílica?, me interrumpe una jocosita. En el Nectarworks, iba a decir yo.
Y propongo el que abrieron hace poco en la Plaza Aurora de Las Torres (arriba del Olive Garden, donde están también el Red Lobster y el Longhorn), que es más grande y cosmopolita que el original de la Plaza Vita de Gómez Morín.
Excelente idea la mía. Se nos acomodó de maravilla para un desayunito light con jugoterapia y détox. Y luego sobremesa heavy con chismoterapia y vuelta a intoxicar, por la viboreada que les pusimos a las que no fueron. Y, ora sí, de ahí a la Basílica, directito al confesionario.
Nectarworks es una juguería y cafetería con organic super foods, ensaladas, paninis de multigrano, omelettes con claras, chilaquiles con totopo de nopal, waffles de avena sin gluten y una atmósfera muy liviana también, donde el chisme fluye de manera igualmente natural.
Es de esos lugares donde se ve bien que llegues con gorra deportiva y tu outfit Nike muy entalladito, independientemente de que jamás te pares en el gimnasio.
Qué fregados, dije "just do it" y saqué mis licras para andar a tono. Luego me aventé mi sesión de Insanity tratando de que me entraran.
Deja tú, más fuerza de voluntad necesité para no agarrar pa'l monte ya de camino. Me asaltaban los malos pensamientos con aquellos benedictinos que probé en el Macadam... Mmm, o unos chilaquiles en el Vasconcelos... O qué tal los de barbacha de Milo en El Uro... O ya de perdis escala en el García Express de Humberto Lobo por tres de machacado pa' aguantar el trayecto.
Por fin llegué al Nectarworks y sentí que toqué bais. Ahí estás a salvo de grasas, calorías y todos los demonios que se te sueltan en estas fechas. El peor pecado que puedes cometer es un gansito vegano sin lácteos...
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