Rebanadas / Habemus City Market
| Autor | Cony DeLantal |
Acabó la intriga. Ya nos abrieron el City Market frente a Palacio. Tan cerquititita también del HEB de Gómez Morín que se nota que es un plan maquiavélico para arrebatarle el título del supermercado más fifí de San Pedro. Ya veremos si lo logra. Por supuesto que el HEB no se va a dejar. ¡Me gusta esa actitud!
El martes, en el corte del listón, estuvo toda la plana mayor, incluyendo dueños y directivos de La Comer, con Poncho Romo como representante oficial de la cuarta transformación, pero, qué curioso, ninguna autoridad de San Pedro para atestiguar el suceso en su municipio.
Para mí hubo dos grandes ausencias: por supuesto la de Miguel Treviño y también la de Carlitos Montemayor, que es el feliz propietario de esos terrenitos y de otros muchos (de medio Monterrey, para fines prácticos).
Una vez inaugurado, el City Market me encantó y me desencantó al mismo tiempo. Buenas y malas que te estaré desmenuzando a continuación.
Para empezar creo que le estorba venir cargando el apellido de "La Comer", porque aquí nos suena muy chilango y muy ajeno. Yo no lo estaría presumiendo tanto.
Ya vino una vez Comercial Mexicana queriéndonos vender suetercitos tejidos y quesadillas sin queso y no conectó con los regios. Va a pasar lo mismo si le siguen diciendo "machaca" al machacado. Lo digo en sentido figurado, pero también es real, porque así se lo trajeron otra vez en sus menús.
Por otro lado, está padrísimo el concepto, muy bonito, muy gourmet y muy surtido. El primer piso es una mezcla de supermercado con departamental, digamos que un poco más convencional, pero arriba se desataron con tres enormes barras al centro, una de pintxos, otra de mariscos y una más de comida italiana, aparte de una cafetería gourmet, un salón de té muy finolis (donde además sirven desayunos) y un restaurante terraza que en su menú ofrece el compendio de esas tres barras.
Todo eso rodeado de zonas delicattessen que incluyen gelatería, chocolatería, tortillería, panadería, pescadería y una impresionante cava de vinos que, ups, apenas la estrenaron y ya le pusieron un letrerito de que no pueden vender por licencia en trámite. Qué oso.
No sé si ya conozcas algún City Market en CDMX, pero nada qué ver, el nuestro es el más nais que se han aventado. Y el más grande también. No podíamos esperar menos.
El detalle es que su grandeza es vertical y eso sí es una calamidad. Si te toca estacionarte hasta el mero sótano quedas a cuatro pisos de salchichonería. No sé tú, pero yo ni de loca...
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