Rebanadas / Dulce redentor
| Autor | Cony DeLantal |
Como estamos en pleno viernes de santidad y recogimiento, voy a empezar hablándote de postres veniales o dicho de otra manera, pastelería vegana, que sería el equivalente a echarte una mentirita blanca, algo así como decirle a tu amiga la ridícula que se le ve divino ese tono de naranja en el pelo.
Pecadillo sin consecuencias, es lo que nos ofrece The Food Bouquet con toda su línea de cupcakes, muffins, panqués, brownies, pasteles, chocolates y galletas muy naturales, low sugar y low calorie; libres de gluten, de lácteos, de huevo y de culpa.
A estas alturas de la digestión es una bendición que el postre no contenga lácteos ni huevo, y hasta siento que contribuyo a la economía nacional con eso de que 'orita el huevo cuesta un huevo.
Y conste que no lo digo en tono grosero, a lo mejor estoy siendo redundante pero no grosera. De hecho 'ora sí puedes tomar como referencia el huevo y decir que tal o cual cosa cuesta un huevo. Es la neta.
Las harinas que usan son de coco, sorgo, tapioca, arroz integral o avena, y para la consistencia, puré de manzana con stevia para endulzar y cocoa en lugar de chocolate.
¿Y de sabor qué tal? Bueno, pues tienes que echarle ganas. Volvemos al tema de los sacrificios. Cásate y vas a saber de lo que te estoy hablando. Todo es aprender a encontrar la felicidad en los momentos de friega y te aseguro que vas a ser feliz por siempre... porque la friega nunca se acaba.
Todo este andarse por las ramas obviamente tiene su costo en el paladar. Jamás será equiparable el éxtasis de glucosa y calorías que te brinda la repostería tradicional a la ecuanimidad de un muffin vegano y responsable. Pero si aprendes a comer menos azúcar o ya te comiste toda la que te tocaba en esta vida, te aseguro que The Food Bouquet va a ser tu salvación.
Ya con el gusto en sintonía con la salud, te puedo decir que sus cupcakes están muy sabrosos, al menos lo suficiente para ahorrarte el coma diabético. Hay los típicos de oreo, red velvet, milky way, almond joy, etc., hasta algunos más sofisticados y perfumados, como el de té de manzanilla con limón, chai y lavanda, rose wine o chocolate oscuro con jamaica.
Por mucho tiempo anduvieron del tingo al tango en los mercaditos locales y el San Pedro de Pinta, hasta que a finales del año pasado se fueron a abrir tienda en la Plaza Petit Ville, que suena como que te estoy mandando hasta París, pero es aquí en Vasconcelos, entre Jerónimo Siller y la entrada de la Colonia Sierra Madre, nomás que así le...
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