Rebanadas / Cerditos como actores principales
| Autor | Cony Delantal |
Acabo de conocer el nuevo concepto de un restaurante más de la cadena de Corazón de Alcachofa, Cornelio, Cafeto y otros. Es La Lechonera, que se encuentra en Punto Sao Paulo.
Las instalaciones están padrísimas. Hagan de cuenta una taberna con pisos de madera gastada y mosaicos vintage, en un ambiente muy familiar. El local está en la parte alta de la plaza, junto al edificio de oficinas.
Esta propuesta, con el cerdo como actor principal, llega en buen momento, ya que la escena gastronómica de la Ciudad había sido tomada por las reses en los múltiples restaurantes-parrilla que se han abierto, de modo que han encontrado en el lechón un buen negocio.
Tienen una carta generosa en creatividad; para ejemplos el pico de gallo con chamoy, tapas de serrano, panela en salsa verde y otros no menos ricos como el corazón de alcachofa.
Pero no todo es lechón, entre los platillos destacados están también los mejillones. Tienen siete variedades de ellos, como los Cabeños, con miel de agave y chipotle; los Prego, con salsa pomodoro, perejil y aceite de oliva; o los Thai, con leche de coco y curry rojo, todos de 119 pesos y acompañados de papas a la francesa.
Tienen sándwiches muy originales, como el Katz estilo Nueva York o el Louisiana BBQ. También sopas de camarón para pelar en caldo, de cola de res y hasta macarrones con queso para los niños. De cortes ofrecen cabrería, flap meat y costilla braseada.
Pero como diría el anuncio del Soriana, lo suyo, lo suyo es el lechón. Hay tres tipos de pieza: costilla, de 169 pesos, y pierna o brazo, de 229 pesos, que son porciones más generosas.
Las sirven estilo Kansas, con puré de papa, gravy y coleslaw, que es una ensalada de col dulce y cremosa. Está la preparación Hacienda, con adobo y rajas con elote; la Saigón, con arroz salvaje en salsa agridulce, y Segovia, que es la tradicional receta española, en su propio jugo.
Pero como desde que ingresas se percibe un aroma a leña, decidimos pedir de sus entradas unos taquitos Petunia, de 49 pesos, que son de carnitas ahumadas. No se imaginen las clásicas estilo Michoacán, sino con sabor a maderita. Estaban exquisitos. En la oferta hay tacos de rib eye o de lechón con piel crocante.
Como llevábamos batallón para atacar, pedimos tres tipos de mejillones: los Piaf, los Cojonudos y los Cajún, todos de 119 pesos; llegaron en cazuelas de peltre humeantes.
Los primeros eran una preparación de sabor sutil, algo suave y poco cremosos. Los Cojonudos llevan jerez seco y azafrán...
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