Rebanadas / Carnes y helados
| Autor | Cony De Lantal |
Loma Linda
Regresamos después de algún tiempo al restaurante Loma Linda en Paseo de la Reforma 1105, en Lomas, el cual se jacta de ser uno de los primeros lugares en México de servir carnes al carbón y de ser desde hace más de 60 años una de las opciones en cortes argentinos.
Lo cierto es que resulta un sitio que se caracteriza entre semana de recibir una gran cantidad de hombres de negocios, y vaya que salta a la vista.
Por cierto que cuando lleguen al lugar, si van, tengan cuidado al bajarse del coche en plena avenida Paseo de la Reforma, pues a esta altura los coches ya van rapidito y es peligroso.
Debo comentar que lo ideal es hacer reservación al 5520-0024 porque están llenos, pero eso sí ni una hostess me recibió, y es muy incómodo para una mujer sola llegar y no ser recibida. Tuve que buscar a mi marido que ya me esperaba, como Dios me dio a entender, ahora sí que nadie la hizo de anfitrión.
Para aquéllos que no lo conocen les cuento que por fuera el lugar deja ver una fachada muy típica del rumbo, pues es un caserón como tantos existen en esa colonia. En cambio en el interior los espacios se aprecian más reducidos, pues el lugar ya no luce tan grande con tantas mesas y el mosaico de talavera que reviste sus paredes y su techo con madera da la impresión de una cabaña más bien rústica.
Tardé un poco en llegar por el tráfico fatal que existe por el rumbo y mi marido para cuando hice mi arribo ya había pedido una orden de empanadas de queso y papa de $95, la cual comprende tres piezas.
Si bien su sabor no te conquista, sí quedan mucho mejor con su chimichurri y una salsita roja que te ponen para que las acompañes. Mejor resultó la orden de chistorra de $65, la cual puedes acompañar con unas tortillas, que me parecieron compradas en el super, yo la verdad esperaba unas hechas ahí a mano, pero me quedé con las ganas.
Llegó el turno de elegir un corte, pero antes no pude dejar de insistirle a mi marido que compartiéramos una ensalada césar de $75, que hacen ahí mismo frente a ti, y que la verdad les quedó excelente. Tan buena que casi, casi, me atrevo a decir que fue lo mejor de la tarde.
Y es que el bife de chorizo que ordenamos para dos personas de $530, por cierto bastante caro, no nos convenció del todo. Es un corte grande de 800 gramos que no estaba tan suave como yo lo hubiera querido. Era término medio y así yo lo hubiera esperado más jugoso. Como diría mi abuelita, nada del otro jueves.
Eso sí con el postre llegó la esperanza de...
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