Rebanadas / Para brujas y Godínez
| Autor | Cony DeLantal |
Hoy empiezo hablándote de los nuevos desayunos del Jac & Ray, más por lo que representan que por lo que son. Y para eso, antes va un reconocimiento a esta regiomontanísima cadena porque se lo merecen, sí señor. Ya es suficiente mérito seguir vivitos y coleando después de más de cuatro décadas en que tantas franquicias extranjeras han venido a tronar aquí.
Y que viva la Greta de roast beef en pan árabe porque ya es todo un ícono regio, que no dudes que al rato aparezca en el escudo de Nuevo León. De esas ocurrencias del Bronco.
Pero el tema no son sus legendarias tortas, hoy me enfoco en los desayunos, la novedad. Te decía que no son la gran maravilla, pero sí una muy buena opción si das el perfil de Harry Potter: eres estudiante y andas bruja. O si ya eres asalariado pero vives atrapado en tu vida de Godínez luchando por sobrevivir entre quincenas.
El precio es la salvación y eso es lo que presumen. Por 44 pesos puedes desayunar un huevito bastante decoroso, o unos chilaquiles cumplidores o bien unos pancakes o molletes que al menos te rescatan de la inanición.
Yo me remonté a mis épocas de "estudihambre", cuando me convencía de que los chilaquiles más ricos eran para los que me alcanzaba. Y bajo esa premisa te digo que estos del Jac & Ray no están nada mal. En pocas palabras, ¿qué querías por 44 pesos?
El huevito lo puedo comparar con el que hace mi marido en casa, sencillito y rico de compromiso, pero te juro que lo que no sé es si él lo pueda lograr con 44 pesos, sobre todo por el desastre que arma en la cocina para preparar un méndigo huevo.
El café que sirven está equis. Nomás tienen descafeinado y regular. Y el regular sí está muy regular.
La tortilla de maíz también fatalita, del Oxxo calentada en micro. Y están menos peor las de harina nomás porque ésas no se atreven a meterlas al micro o saldrían hechas chicloso.
Finalmente, ambas veces que lo visité (en su sucursal de Tamazunchale, cerca del Centrito, y en la de Valle Poniente) me tocaron muy vacíos los locales. Y, a pesar de eso, el servicio bastante aletargado. Como que la gente aún no se entera que tienen desayunos. Y ellos tampoco.
NI PAZ NI AMOR
Hablando de desayunos, en el Peace & Love de la 404 de Gómez Morín sí hay mucho ruido y ambiente, pero nomás no les sale bien el machacado.
No sé si justificarlo como a los fast foods, porque en un fast food aceptas que la comida no sea tan buena mientras sea rápida y barata, pero aquí ni una ni la otra. Está tardado y caro.
Tanto...
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