Rebanadas / Atinos y desatinos
Autor | Cony De Lantal |
La Bodega de los Malazzo
Habrá quien ubique bien una enorme construcción que estuvo fácilmente 20 años abandonada sobre Periférico, entre Paseo de la Reforma y Palmas, en el tramo de Norte a Sur. Estrictamente, la dirección es Manuel Ávila Camacho 66, Lomas de Chapultepec.
Este edificio color mostaza quedó a la deriva por mucho tiempo sin que supiéramos que pretendían con él. Quedó en el olvido y pasó a ser parte de la decoración urbana y a veces absurda que hay en esta ciudad capital. Total que el señor Slim un día decidió revivirlo y puso un Sanborns que empezó a jalar gente, si ustedes quieren, ayudado por la proliferación de corporativos en el rumbo.
La construcción se convirtió ya en un centro comercial llamado Lomas Plaza que saca del apuro a quienes laboran cerca, sobre todo en el tema de a dónde ir a comer.
Han puesto ahí dos o tres tiendas y uno que otro restaurante como el Italianni's y La Bodega de los Malazzo, este último, objeto de nuestra visita. Mi marido y un amigo de él por azares del destino fueron a dar ahí. Los alcancé entre semana, pues andaba por el rumbo.
Este sitio tiene carnes y pastas como constantes en su menú. El lugar justifica su nombre, pues tiene una decoración rústica, sencilla y agradable, con horno de leña a la vista y su gran parrilla. Son varias mesas de madera, y pizarrones dejan ver algunas de las especialidades, nada que se salga de contexto.
Afortunadamente éramos tres, y digo afortunadamente porque las porciones son generosas. Probar de sus pizzas, pastas y cortes entre dos no hubiera sido tan fácil.
Para empezar, ¿por qué no una Empanada azteca de $36, que es una maravilla y tiene huitlacoche y queso gouda, o una de Ceviche? Y como no podían dejar de pedir una pizza, los señores no se resistieron para elegir la Fugazza rellena de $135, que lleva jamón, queso y rebanadas de jitomate con un poco de orégano y cebolla desflemada con aceite de oliva. Estas pizzas en horno de leña no son las mejores que has probado, pero su pasta es crujiente y sus ingredientes de calidad.
No podía dejar de pedir ensalada entre tanta carne y pasta, así que me decidí por una de Espárragos a la parmesana de $78. Nada más de verla sentí lo bien que me caía.
Al centro decidimos pedir un corte de carne, pero el amigo de mi marido no resistió y también pidió una pasta, en este caso unos Tallarines de $86 con salsa siciliana, una de las cinco que te dan a escoger.
El corte que elegimos fue un bife de lomo de 900 gramos, cocido...
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