Rebanadas / Asalto en El Gaucho
| Autor | Cony DeLantal |
...Y sin pistola. ¡Son ellos mismos los que te asaltan si te descuidas! ¡Qué abusivos! Le pasó a mi marido. ¡Ándele, por no llevarme!
Llegó súper enojado a contarme que por ponerse en manos del mesero, le pidió que le trajera a criterio una carnita al centro, algo sencillo para compartir entre los cuatro que iban, aclarando que ninguno traía tanta hambre y sí algo de prisa.
Qué brutos, aparte de que se tardaron una eternidad (tal vez planeando el asalto) se dejaron caer con saña. Me platica que les trajeron a la mesa cuatro vacas enteras en cuatro platos diferentes como para entretenerlos una semana entera. ¡Eso no fue lo que pedimos!, les dijo inmediatamente; ¿Qué parte de "una carnita al centro", así en diminutivo, no entendieron?
Obvio que ni cosquillas le hicieron a tantísima carne y obvio también que la cuenta les llegó ardiendo. Incluso en el menú ni siquiera aparece ningún corte en los 1,800 pesos que les estaban cobrando nomás por la carne; el más caro dice que es de 1,400. O sea, ¿de dónde sacan ese precio? No sólo agarraron casualmente el más caro, ¡además lo están cobrando aún más caro!
"Ah, es que al corte 'X' le agregamos parte de otro corte 'Y' para hacerlo especial", les contestó el mesero. Y los describo como "X" y "Y" porque mi marido venía tan encabritado que ni se acordó cuáles eran los mentados cortes, ni por qué acabó siendo tan especial.
"Yo pensé", "yo entendí", esas fueron las barras del mesero, sin ofrecerles más rebaja que la de "rebajarse" él mismo con una disculpa.
Da coraje que se crean tan astutos, acostumbrados tal vez a que en la mayoría de las mesas no se quejen, ya sea porque son comidas de negocios, donde se ve mal cuestionar -o incluso revisar- las cuentas, o simplemente clientes pudientes que ni siquiera se toman la molestia.
Pero se toparon con mi marido, que sí es cuentachiles, y además tiene ese principio fundamental para basar la propina, que dice más o menos así: "si se pasan de listos, tú hazte menso". Totalmente de acuerdo. Es la única forma de protestar que tiene un indefenso comensal.
SANTITOS FULGURANTES
Sigo en modo vacaciones para platicarte de otras novedades en nuestro pueblo mágico de Villa de Santiago, que, dicho sea de paso, le ha echado ganitas para mantenerse folclórico, colorido y muy instagrameable, que sería el término correcto para que las generaciones de hoy entiendan la belleza de un pueblo en base a la cantidad de "photo moments" que genera.
Con ese objetivo en mente se instaló...
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