Rebanadas / De todo un poco
| Autor | Cony De Lantal |
Restaurante Odeon
Se siguen abriendo restaurantes en Palmas, al que fuimos en esta ocasión está cerca de cumplir un año, pero forma parte del nuevo panorama de esta calle cada vez más cosmopolita, se llama Odeon y está exactamente en el número 530.
Se nota que ya van teniendo su clientela, mucho se deberá al servicio que es por demás eficiente, sin demeritar su cocina.
Fuimos mi marido y yo, nos quedamos de ver ahí, qué bueno que él llegó primero porque estaba plagado de ejecutivos, además siempre es mejor que ya te estén esperando. Para colmo nos tocó una mesa en medio, de esas que quedas como salero, no es tan cómodo para platicar, sientes que te falta privacidad. De cualquier manera el lugar terminó lleno y el bullicio lo hizo menos incómodo.
El sitio se encuentra cerca del famoso Vips de Palmas que inmortalizara Guadalupe Loaeza en alguna de sus obras, el punto es que el sitio se encuentra en un segundo piso arriba de las motos Itálica, al entrar te recibe, además de la hostess, una linda barra en madera muy bonita. La instalación es un perfecto rectángulo, donde es fácil de encontrar a la persona con la que quedas de verte.
En la carta destacan como entradas la flor de calabaza rellena de queso de cabra, las láminas de pulpo con vinagreta canaria y el mesero en particular nos recomendó las tostadas de camarón de $89. Este platillo fue nuestra primera elección para matar el hambre y el coraje que tenía mi marido, pues había pasado el día en edificios corporativos que exageran en sus tarifas de estacionamiento.
Por lo que me contó él, las tarifas de valets en los corporativos hacen ver ridículas a las de los restaurantes de las que luego me quejo tanto. Resulta que le cobraron $48 por estar una hora diez minutos en una cita... quiso llorar, porque le fue por el estilo en dos estacionamientos más. Lo curioso es que son las mismas empresas operadoras como Ranver, pero cobran lo que quieren de acuerdo al lugar donde están. Se aprovechan de que cada día es más difícil encontrar dónde dejar el coche.
Pasando a cosas más agradables y regresando al tema gastronómico, debo decir que nos sirvieron cuatro tostadas con camarón, cebolla morada y a un lado nos pusieron salsa de chile habanero, que como era de esperarse, vaya que picaba, pero mi marido se sirvió con la cuchara grande como para quitarse el coraje que traía de la mañana.
Después a él se le antojaron unos ravioles Odeon de $105, vienen rellenos de espinaca, queso ricotta y mascarpone...
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