Empresa/ Reacomodos

AutorAlberto Barranco Chavarría

Los enemigos a vencer serán justo los españoles Bilbao-Vizcaya/Argentaria y Santander/BCH, cuya motivación para la carrera es la recuperación gradual de los 2 mil 400 y mil 500 millones de dólares inyectados de golpe a Bancomer y al propio Serfin.

La furia de la rebatiña pondrá en la mesa no sólo una guerra de tasas, plazos y operaciones, sino eliminará comisiones en cuentas de cheques, ofreciendo adicionalmente premios a la permanencia y tasas preferenciales para préstamos en beneficio de inversionistas... sin descuidar las rifas al estilo BBV.

Ahora que la recomposición del sistema financiero, asentadas finalmente las aguas tras la catástrofe que obligó al inaudito esquema de rescate que dejó de lado a los acreditados, forzará las rutas hacia la eficiencia, empezando por reducir la abultada nómina.

Y aunque aquí el reto mayor lo tendrá Banamex, al enfrentar, después de cinco años de estabilidad, la opción de reducir a la mitad su planta de 30 mil plazas laborales, la acción más traumática correría a cargo del nuevo Bancomer, cuyo excedente, a juicio de los expertos, es de 20 mil empleados... de un global de 36 mil.

Ahora que a Bital, pese a su extensa red de sucursales y los horarios más largos en ventanilla del sistema, también le queda grande su plantilla de 17 mil...

La gran interrogante, por lo demás, es cuánto tiempo aguantarían los embates sin aliarse al capital extranjero los únicos bancos de participación 100 por ciento nacional que sobreviven a la reprivatización del sexenio pasado, es decir el propio Banamex y Banorte.

De hecho, se maneja que este último, el banco fusionador por excelencia que engulló en línea, entre otros, al Bancen y a Banpaís y es uno de los presuntos compradores de BanCrecer, terminará por ser fusionado a su vez.

Por lo pronto, aunque el Citibank está anticipando el acta de defunción de su red de sucursales, tras la muerte de Banca Confia, cuyas pérdidas mensuales alcanzan 90 millones de pesos en promedio, es evidente que se trata de una medida de presión para obligar al Gobierno a dar marcha atrás en la amortización anticipada del Pagaré Fobaproa con cargo al banco fusionado, por 25 mil millones de pesos.

Quebrar al banco mexicano cuyas siglas absorbió, representaría para el Citigroup, es decir la matriz del Citibank, un golpe de imagen mucho más costoso que si las pérdidas se prolongaran durante tres décadas.

El vencimiento del papel con que se avaló la compra de la cartera en problemas de compra de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR