Rastrean a bebedores

AutorAlejandro Pairone, Alberto Armendáriz, Inder Bugarin, Máximo Kuri, Octavio Pineda, Carlos Torio

ARGENTINA

Por Alejandro Pairone

REFORMA/ Argentina

BUENOS AIRES.- Los controles de alcoholemia en los conductores argentinos son acciones eminentemente civiles realizados por la autoridad de aplicación de las leyes de tránsito, que son los gobiernos provinciales.

En la ciudad de Buenos Aires, los controles callejeros están a cargo de funcionarios de la Dirección de Seguridad Vial del Gobierno porteño, que actúan acompañados por un médico y dos agentes de policía.

Los controles son realizados por el funcionario bajo supervisión del médico, y los policías sólo intervienen por pedido expreso del funcionario en caso de resistencia de un conductor o cuando por alguna circunstancia ocurran hechos de violencia.

Una persona que conduce en estado de ebriedad no es detenida porque no ha cometido un delito, sino que sólo efectuó una contravención. El conductor sí puede ser detenido si rechaza someterse al control, debido a que en ese caso sí viola una ley y es arrestado por "resistencia a la autoridad".

Si supera los límites permitidos del alcohol en sangre, no puede seguir conduciendo. El vehículo queda a resguardo en un depósito oficial. La persona debe continuar su viaje por otros medios o permanecer en una ambulancia hasta desintoxicarse.

Aun cuando en el auto haya al menos una persona con licencia para conducir, el vehículo quedará retenido y no se entrega por lo menos en 12 horas, porque no existen garantías de que el infractor no vuelva a tomar el volante mientras permanece bajo los efectos del alcohol.

En los controles intervienen dos vehículos: un patrullero con dos agentes de la Policía y una ambulancia con un chofer, un médico y dos funcionarios de la Dirección de Seguridad Vial del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

ESTADOS UNIDOS

Por Alberto Armendáriz

REFORMA/ Nueva York

NUEVA YORK.- En Nueva York, una unidad especializada de la Policía, la patrulla de carretera ("highway patrol"), es la que realiza las pruebas de alcoholemia. Se requiere la presencia de al menos dos oficiales para llevar a cabo un test de sobriedad cuando una persona es detenida bajo la sospecha de que estaba conduciendo ebria.

En primer lugar, la policía pide al conductor que realice una serie de "pruebas de campo" para comprobar su estado de sobriedad. Estas pueden incluir recitar el alfabeto, cerrar los ojos y juntar los dedos índices, caminar sobre una línea recta, mantenerse parado sobre un pie durante unos segundos, o levantar una moneda del piso.

Los...

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