'Era raro... y reservado'

RÍO DE JANEIRO.- Solitario, raro, introvertido, Wellington Menezes de Oliveira pasaba gran parte de su tiempo en internet, y en los últimos meses se había vuelto un fanático religioso.

De 23 años, el atacante era huérfano y había sido adoptado de pequeño por una familia con otros cinco hijos. Entre 1999 y 2002 fue alumno de la misma escuela del barrio de Realengo que eligió para la matanza y, tras trabajar unos años en un depósito de alimentos, estaba desempleado desde agosto.

Según una de sus hermanastras, Roselaine, Menezes de Oliveira vivía solo y se había apartado de la familia desde...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR